El presidente interino de Brasil, Michel Temer, ya ha admitido públicamente que si continúa en el cargo, pretende lanzar un profundo plan de privatizaciones que, además del área de energía, incluirá puertos, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles y otros sectores de infraestructura y servicios.
Río de Janeiro. El gobierno brasileño estudia realizar nuevas privatizaciones en el sector de distribución de electricidad, algo que serviría para sanear la estatal eléctrica Eletrobras, que acumula un déficit de 35.000 millones de reales (unos US$10.703 millones) en los últimos cuatro años, informaron este jueves fuentes oficiales.
El nuevo presidente de Eletrobras, Wilson Ferreira Júnior, se reunió este jueves con el presidente interino, Michel Temer, para estudiar nuevas privatizaciones en el sector de distribución de electricidad, y afirmó que "la venta parcial o total de los activos de distribución será benéfica para todos, sean consumidores, gobiernos regionales o contribuyentes".
Sin querer confirmar el programa, Ferreira Júnior admitió que se está estudiando privatizar seis de las distribuidoras de energía eléctrica que operan en los estados de Amazonas, Roraima, Rondonia, Acre, Piauí y Alagoas, a partir del año que viene.
El presidente de la estatal afirmó que Eletrobras "no debe ser confundida con un organismo del gobierno" y lo que se espera de una empresa de esa naturaleza es "que preste servicios de calidad con costos competitivos".
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, ya ha admitido públicamente que si continúa en el cargo, pretende lanzar un profundo plan de privatizaciones que, además del área de energía, incluirá puertos, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles y otros sectores de infraestructura y servicios.
La continuidad de Temer depende de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, apartada del cargo el pasado 12 de mayo por el Senado, acusada de irregularidades fiscales en 2014 y 2015, y que será juzgada por la Cámara Alta en agosto.
Si finalmente es destituida, Temer, que era su vicepresidente, completará el mandato que termina el 1 de enero de 2019, pero si la mandataria fuera absuelta, volverá al poder una vez que se publique la sentencia.