El ministro de Comunicaciones, André Figueiredo, el Gobierno brasileño está "preocupado" por la posible unión y buscará "alternativas" para que, si se concreta, no suponga una "reducción de los competidores".
Río de Janeiro. El Gobierno brasileño expresó hoy su preocupación con la posible fusión de las compañías de telefonía Oi, cuarta en el mercado nacional, y TIM, filial de Telecom Italia en el país y segunda con más clientes, por la posible reducción de competidores que supondría la unión entre ambas, que crearía la mayor empresa del sector en el país.
Según afirmó en una entrevista al diario Valor el ministro de Comunicaciones, André Figueiredo, el Gobierno brasileño está "preocupado" por la posible unión y buscará "alternativas" para que, si se concreta, no suponga una "reducción de los competidores" del mercado de la telefonía móvil.
Las declaraciones de Figueiredo llegan después de que Oi anunciara haber recibido una oferta por parte del fondo ruso de inversiones Letter One, de 4.000 millones de dólares, para capitalizar Oi. El dinero sería invertido en la compra de la rival TIM, creando la mayor operadora de telefonía móvil de Brasil, con más de 123 millones de clientes y el 44,08 por ciento del mercado total.
El ministro dejó claro que el Gobierno no se opone a la fusión, y que lo que pretende es dar entrada a nuevas operadoras de telefonía en el gigante sudamericano.
Si se produce la fusión, Oi y TIM también sumarían el 36,60 por ciento de los clientes de telefonía fija, el 26,33 por ciento del mercado de internet fijo y mantendrían una cuota del 6,03 por ciento de la televisión de pago, un segmento en el que TIM no participa actualmente.