Las refinerías demolidas se encontraban en el departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela. Esa localidad se ha convertido en el nuevo epicentro del largo conflicto interno del país andino.
Colombia destruyó dos refinerías clandestinas en el departamento de Norte de Santander que pertenecían a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), informó el martes el Ministerio de Defensa.
Norte de Santander se encuentra en la frontera con Venezuela y se ha convertido en el nuevo epicentro del largo conflicto interno del país andino, mientras las fuerzas de seguridad luchan contra las bandas de narcotraficantes y los rebeldes en medio de una creciente producción de coca.
El robo a los oleoductos de Colombia, particularmente en el Caño Limón-Coveñas -que atraviesa Norte de Santander y otros departamentos- está en auge a medida que los grupos armados ilegales buscan reemplazar los menguantes suministros de gasolina venezolana de contrabando para su uso en el tráfico de drogas.
La operación realizada este martes involucró a 900 miembros del Ejército y la Policía colombiana, precisó el Ministerio de Defensa, tras agregar que las refinerías proporcionaron al ELN más de 30 millones de pesos (alrededor de US$ 7.500) en ganancias ilícitas cada mes.
Las fuerzas de seguridad también descubrieron una válvula ilegal, utilizada para robar petróleo crudo, en el oleoducto Caño Limón-Coveñas, agregó el documento.
"Asestamos un golpe estratégico a las finanzas del ELN, que durante 12 años robó petróleo con esta válvula ilegal en El Tarra", precisó el ministro de Defensa, Diego Molano, citado en el comunicado.
Este año se han encontrado 41 válvulas ilegales en el oleoducto en Catatumbo, según el ministerio, citando información de Cenit, una subsidiaria de propiedad de la petrolera Ecopetrol.
Durante lo corrido de 2021 se han sustraído unos 690.000 barriles de crudo en el Catatumbo, de los cuales el 70% se ha utilizado en el procesamiento de cocaína, informó el Ministerio de Defensa.