Esto por si no se logra iniciar la obra por falta de acuerdo con el concesionario, el que debería zanjarse el próximo jueves.
El presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, entregará el cargo el 27 de enero de 2014 sin cumplir la promesa de entregar la primera fase del aeropuerto comercial de Palmerola.
Inicialmente se había anunciado que en noviembre de 2013 estaría concluida la primera etapa. No obstante, el cronograma de trabajo cambió después que el Presidente de la República vetara el decreto que el Congreso Nacional aprobó la medianoche del 14 de diciembre de 2011, mediante el cual se incrementaba la tasa de salida internacional de US$30 a US$60,30.
Lobo Sosa dio 15 días a InterAirports SA (IASA) y a la Comisión para la Promoción de Alianzas Público-Privadas (Coalianza) para que renegociaran el modelo técnico y financiero para la construcción de Palmerola, no obstante, las negociaciones se han extendido por cinco meses.
En el Consejo de Ministros del pasado martes, Porfirio Lobo Sosa pidió a los funcionarios de Coalianza que en un plazo de 10 días, los que vencen el próximo jueves, se logre un acuerdo con la concesionaria de las terminales aéreas del país para cerrar las negociaciones.
El mandatario dijo que era importante tener un plan “B”, porque si no se logra iniciar la obra por falta de acuerdo con el concesionario, se tienen que buscar opciones que permitan al gobierno dejar concluida la negociación para que no se detenga el proyecto.
El presidente de Coalianza, Wilfredo Cerrato, dijo a un canal de televisión de la capital que las negociaciones con InterAirports continuaban abierta y entre los acuerdos mencionó que la terminal aérea comenzaría a ser construida a partir del próximo año, siendo el período de ejecución 24 meses, o sea, que la inauguración de la primera etapa sería hasta en 2015.
Entre los avances destacan que el monto de la inversión en el proyecto baja de US$129 a US$100 millones, mientras que el período de ejecución de extiende de cinco a diez años.
Se conoció que una de las partes álgidas de las negociaciones es la aplicación de la tarifa de salida internacional, la que aún no se ha revelado si será diferenciada al resto de las terminales aéreas de Honduras.