La suspensión del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco se mantendrá "hasta que se terminen las investigaciones de los incumplimientos" al EIA, precisó este lunes en una rueda de prensa Mirei Endara, la administradora de la Autoridad Nacional de Ambiente (ANAM).
Panamá. El gobierno de Panamá anunció hoy que ordenó la suspensión temporal de la construcción de una hidroeléctrica en el oeste del país, que es rechazada por indígenas de la zona, debido a que la empresa responsable del proyecto ha incurrido en faltas al Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
La suspensión del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco se mantendrá "hasta que se terminen las investigaciones de los incumplimientos" al EIA, precisó este lunes en una rueda de prensa Mirei Endara, la administradora de la Autoridad Nacional de Ambiente (ANAM), el organismo que ordenó la medida.
Una Comisión de Alto Nivel gubernamental detectó que la empresa Generadora del Istmo, S.A. (Genisa), de origen hondureño, ha incurrido en más de una decena de faltas al EIA.
El proyecto de la Hidroeléctrica de Barro Blanco comenzó a construirse en el 2008 sobre el río Tabasará, en el distrito de Tolé, a unos 400 kilómetros al oeste de la capital panameña, tiene un 95 % de avance y una inversión cercana a los US$225 millones.
Está previsto que la hidroeléctrica proporcione 28,56 megavatios a la producción general de energía de Panamá, que tiene una capacidad instalada de generación de 2.653,66 megavatios (MW) y una capacidad firme de 1.966,73 megavatios, según datos oficiales de 2014.
El proyecto de Barro Blanco ha sido un foco constante de conflicto con la comarca Ngäbe Buglé, porque aunque no colinda con la misma, el lago que formará la presa si inundará 5,6 hectáreas de terrenos anexos a esa población cuando sea temporada de lluvias, según ha explicado Genisa.
Además, en el lecho del río Tabasará, que alimentará la presa, está un petroglifo precolombino que sirve de culto principal de la iglesia sincretista Mama Tadta, que siguen numerosos ngäbe buglé, y que quedará permanentemente cubierto de agua cuando el lago se forme.
Endara explicó que la falta de acuerdo con las comunidades y afectados por la represa que se va a construir como parte del proyecto, es la primera de las causas por la que se ha ordenado suspender las obras de construcción.
Otras infracciones de los constructores del proyecto son la falta de un plan de manejo de petroglifos y otros hallazgos arqueológicos, y no acatar auditorías solicitadas para verificar el manejo de la erosión y sedimentación en el levantamiento de la presa, de acuerdo a la información oficial.
También que se ha extraído material no metálico sin estudios de impacto ambiental, y se ha talado vegetación sin los permisos de la ANAM y sin la indemnización ecológica correspondiente.
Endara señaló que Genisa además ha vertido materiales en el río fuera de las norias, ha incurrido en una falta de manejo de desechos sólidos y peligrosos; y no ha coordinado con el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y Bomberos en la operación de explosivos y sustancias inflamables; entre otras.
El anuncio de la suspensión del proyecto fue dado en una rueda de prensa en la también participó la vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel De Saint Malo de Alvarado, quien preside la Comisión de Alto Nivel encargada del tema de la hidroeléctrica de Barro Blanco.
Hoy lunes indígenas ngäbe buglé se mantenían agrupados pacíficamente a orillas del río Tabasará en rechazo al proyecto.
La cacica suplente de la región Kodriri, Clementina Pérez, dijo vía telefónica a Efe desde el sector de Kiad, a orillas del río Tabasará, que estaban allí a la espera del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, para explicarle por qué rechazan el proyecto.
"Estamos esperando al señor presidente Varela para que venga mañana para explicarle por qué nos oponemos a Barro Blanco", afirmó Pérez, quien aseveró que "6.000" indígenas se congregarían en el lugar para recibir a Varela.