"No obstante las amplias explicaciones sobre la legalidad y transparencia plenas del proceso, los cuestionamientos crecieron y adquirieron un tono político", dijo el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, a una comisión legislativa.
México. La licitación para el tren México-Querétaro, con inversión de US$2.800 millones anunciada en noviembre pasado, se canceló por las críticas políticas pese a que fue un proceso legal y transparente, afirmó hoy el gobierno mexicano.
"No obstante las amplias explicaciones sobre la legalidad y transparencia plenas del proceso, los cuestionamientos crecieron y adquirieron un tono político", dijo el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, a una comisión legislativa.
El pasado 6 de noviembre, el gobierno mexicano decidió revocar la licitación otorgada al consorcio China Railway Construction Company para construir un tren de alta velocidad, debido a "las dudas e inquietudes que han surgido" en torno al procedimiento.
Ruiz Esparza recordó que el consorcio encabezado por China Railway presentó su oferta el 15 de octubre y obtuvo el fallo favorable el 3 de noviembre, dos meses y medio después de que el 15 de agosto se publicaran las bases del concurso.
Aseguró que desde noviembre de 2013 las autoridades explicaron los detalles del proyecto a las firmas interesadas: las francesas Alston y Systra, la canadiense Bombardier, la alemana Siemens, la española CAF y China Railway.
Durante el proceso, indicó, Alstom y CAF "nos manifestaron por escrito" su interés en los trenes de México-Toluca y el de Guadalajara, en tanto que Bombardier "expresó verbalmente" su interés en el proyecto México-Toluca y Siemens afirmó que "requería un año para preparar una oferta".
El funcionario afirmó que "ninguna empresa se inconformó por el contenido de las pre-bases, las bases, el plazo para presentar ofertas o el fallo".
Recordó que días antes del fallo "se generó un ambiente poco favorable hacia el proceso de licitación" y señaló que esas críticas, que se reflejaron en los medios, llegaron al Congreso, donde hubo iniciativas para exhortar al gobierno a suspender el proceso de licitación.
En una reunión en el Senado se repitieron las críticas y suspicacias sobre la legalidad del fallo y la participación de algunas empresas mexicanas, se afirmó que hubo entrega de información privilegiada, e incluso se mencionó la vinculación de un expresidente de México con una de las empresas, apuntó.
El secretario indicó que pese a que se insistió en la transparencia, legalidad y viabilidad del proyecto, se consideró la necesidad de generar condiciones para lograr una "plena aceptación popular y libre de obstáculos", por lo que se decidió convocar a una nueva licitación.
Explicó que las dudas sobre la legalidad y la oposición al proyecto podrían haber bloqueado la entrega de los recursos públicos, además de que se hubieran podido generar costos adicionales por los riesgos de incumplimiento del contrato.
Ruiz Esparza dijo que explicó a las autoridades chinas la situación y las alternativas existentes, y afirmó que hubo sorpresa, "pero entendieron nuestras razones".
El secretario aclaró que la empresa china no presentó inconformidad por la anulación del fallo, ni ha solicitado el pago de gastos no recuperables.
Además, aseguró categóricamente que "no se ha pagado al consorcio ninguna compensación o cantidad alguna por cualquier otro concepto".
La revocación del fallo de licitación a principios de noviembre se dio dos días antes de que fuera divulgado un reportaje sobre una casa de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera, con un costo superior a siete millones de dólares.
El reportaje señaló que la casa había sido construida por Grupo Higa, importante contratista del central Estado de México cuando Peña Nieto era gobernador de esa entidad y que tiene participación en la firma Teya, socia de China Railway.