El Ejecutivo admite rezago en la ejecución de obras y crece el malestar de la población; esperan mayor celeridad para 2017
Montevideo. Quejas y más quejas y respuestas que convencen poco. El malhumor de las distintas localidades del interior del país por el estado de las rutas secundarias aumenta cada día ante la inacción del gobierno para resolver sus demandas. El ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Víctor Rossi, lo vive en carne propia cada vez que el Consejo de Ministros sale al interior profundo para tener instancias de cercanía con los habitantes que están lejos del bullicio y la agenda mediática que acapara la capital.
Esta semana, ese jerarca debió abordar cómo lo vecinos de la localidad rochense de Lascano lo recibían con una caravana y gritos reivindicando por soluciones para las cuatro rutas que allí confluyen (13, 14, 15 y 19) que están en "pésimo estado", según transmitieron públicamente esos ciudadanos. El gobierno respondió a los vecinos que en el corto plazo habrá obras en las rutas 13, 15 y 19.
En paralelo, a unos 400 km de Lascano, un grupo de vecinos del centro poblado La Casilla –de poco más de 200 habitantes en el departamento de Flores– llevaba a cabo un corte sobre la ruta 23 por el deterioro de esa carretera que comunica con la capital departamental (Trinidad). En las pancartas los lugareños advertían por el estado de esa carretera y el riesgo latente de accidentes de tránsito. También aprovecharon la instancia para denunciar el estado de otra ruta de la zona: la 57. Esa vía –que comunica Trinidad con Cardona (Soriano)– ha sufrido un notorio deterioro como consecuencia del fuerte trasiego de camiones con madera, que creció de forma exponencial luego de que comenzara a operar Montes del Plata en Conchillas. Esa ruta está incluida dentro de un paquete de proyectos de Participación Público-Privada (junto con la 12, 54, y 55) cuya ejecución está prevista comenzar en 2017.
Pero el rosario de localidades que deben lidiar con problemas viales es cuantioso. Si hay un tema que no falta en la gestión diaria que deben afrontar las alcaldías del interior es el estado de las rutas y la caminería interna.
El alcalde de Villa del Carmen (Durazno), Núber Medina, comentó que el principal problema que tiene su localidad es la situación de la ruta 14 por del aumento del tránsito pesado (principalmente por la carga forestal). "Tampoco la caminería interna está preparada para un flujo de 70 o 80 camiones con madera por día", explicó. Para intentar sobrellevar el déficit de infraestructura, esa alcaldía ha desarrollado alianzas con el sector privado forestal para "remendar" los caminos. Por ejemplo, las empresas forestales le prestan la maquinaria para sacar material de relleno de canteras. Esa práctica "es común" en otras zonas del país como Rivera, añadió el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Carlos Faroppa. También se trata de evitar el tránsito con camiones por esos caminos en los días de lluvia.
Para el alcalde de Vichadero (Rivera), Carlos Ney Romero, el transporte de madera no es un problema para las rutas que confluyen en su zona, abocada mayormente a la ganadería con algo de explotación agrícola. Si bien la ruta 27 que comunica con Rivera está en reparación, la ruta 6 que comunica con Melo tiene un tramo de 60 km que está "bastante fea".
"Las quejas por el estado de las rutas y los caminos son moneda corriente", aseguró. En el otro extremo del país, la alcaldesa de Guichón (Paysandú), Lourdes Suárez, comentó que la ruta 90 actualmente presenta un tramo "con muchos pozos" en el trayecto que comunica su ciudad con Piedras Coloradas. "Es una pena porque es una parte que hace poco se hizo a nueva", se lamentó.
De todas formas, reconoció que la Dirección Nacional de Vialidad del MTOP está "prácticamente todos los días" bacheando los pozos que aparecen. El exceso de lluvias del último otoño e invierno afectó severamente la caminería interna de la mayoría de las zonas rurales y suburbanas del país.
El ministro Rossi admitió en diálogo con El Observador que su cartera aspiraba a avanzar "más rápido en las ejecución de las obras" previstas para 2016.
"La verdad que ha sido un año difícil, porque desde abril hubo 90 días que no se pudo trabajar por las lluvias", recordó. Agregó que hubo casos de rutas y puentes como el de Rosario o el de la Coronilla "que no teníamos ni la remota idea de cambiarlos. Eso, sumado al manejo administrativo que también reconozco, han generado un menor rendimiento en el año en curso".
El jerarca reconoce que un porcentaje de las rutas se encuentra en mal estado, pero asegura que "no es el peor momento de las rutas del país". Con recursos acotados y falta de empresas constructoras que puedan dar respuesta a todas las demandas, el MTOP apela "un mantenimiento del 'mientras tanto', que fracasa sistemáticamente". "Y no puede más que fracasar porque hay rutas como la 55 que aunque se bache y se ponga una carpeta, te la va demoler el volumen de transporte porque no tiene una base suficiente para sostenerla", explicó Rossi.
"Lo primero que hacemos es dar una respuesta de mantenimiento que a veces llega demasiado tarde. Pero esto no es de un día para el otro, es un proceso. También esto no es una cuestión que se puede hacer en todos los lados a la vez porque no tenemos la capacidad de respuesta, ni siquiera en las empresas privadas. Muchas veces tenemos que suspender un trabajo con una empresa para terminar otro", explicó.