La Unidad Nacional de Seguridad Vial pretende establecer que no se puedan vender vehículos nuevos sin frenos ABS ni airbags frontales.
La Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) pretende regular este año la importación de automóviles para que incluyan elementos de seguridad sin que supongan un costo extra para el consumidor.
Por ahora, en Uruguay no hay requerimientos de normas técnicas, como por ejemplo la Unece94 o Unece95, ambas valoradas por las Naciones Unidas, y que refieren a la protección de pasajeros mediante condiciones mínimas de seguridad. Ante esta ausencia, algunos modelos disponibles en el mercado difieren de sus pares europeos no solo en equipamiento, sino también en la construcción de sus estructuras y, por ende, en el comportamiento del vehículo en un choque. “Acá les sacan todos los elementos de seguridad para bajarle el costo y si el consumidor no los reclama se lo venden así”, criticó Pablo Inthamoussu, secretario general de Unasev. No obstante, los costos son mínimos para los fabricantes.
La iniciativa acompaña la reglamentación de la Ley 19.061 que obliga la utilización de sistema de retención infantil y la presencia de sistema de frenos ABS, apoyacabezas en todos los asientos, cinturones de seguridad y airbags frontales como mínimo en todos los vehículos cero kilómetro. “En Europa directamente ya no se fabrican autos sin airbag, pero para nuestro mercado se siguen fabricando y está todo el mercado asiático que fabrica lo que se quiera para bajar los costos”, dijo a El Observador.
Alejandro Furas, director técnico de Global NCAP, institución creadora de un programa de seguridad para automóviles a nivel mundial, afirmó que la seguridad de los autos más vendidos en los últimos tres años en Uruguay y América Latina “está al menos 20 años atrasada respecto a Europa”. Ese continente ya definió los “mínimos” en 1994 y ahora exige la incorporación de tecnologías de punta como el Sistema Electrónico de Estabilidad (ESC, por sus siglas en inglés) que identifica el riesgo de movimientos laterales bruscos.
Feas comparaciones. Sin un marco legal, se encuentran groseras diferencias entre un modelo para América Latina y uno europeo y, para remate, con un precio hasta 25% mayor. En las pruebas de Global NCAP se descubrió que el Nissan March (alrededor de US$ 16.500 en plaza), de fabricación mexicana, y su equivalente europeo, el Nissan Micra, de fabricación asiática, presentan diferencias de equipamiento y de estructura. Lo mismo ocurre con el Renault Sandero (alrededor de US$ 22.500), fabricado en Brasil, y el Dacia Sandero, fabricado en Europa Oriental.
En materia de seguridad, no se hallaron airbags (frontales, de tórax, o de cabeza lateral) y ABS y distinta calidad en los cinturones de seguridad. Esto se debe a que “no se pide los autos con esos elementos de fábrica porque las normas técnicas que las exigirían no están presentes, o bien el importador (al no ser pedidos por ley) no los exige; se los ofrece por precios mayores como opcionales”, explicó Furas. En muchos casos se venden los sistemas de seguridad como opcionales en la misma bolsa que otros elementos caros y que no aportan nada a la seguridad del vehículo como el techo solar y las llantas de aleación.
Respecto a la estructura, la prueba de choque determinó que los materiales usados en los automóviles para el mercado latinoamericano son de inferior calidad, al igual que las soldaduras para ensamblaje o refuerzos de la carrocería. Esto es “intencional”, a juicio del técnico. “Provocan que las estructuras se comporten en forma inestable o débil frente al choque”, explicó Furas. El habitáculo de los pasajeros se deforma y se comprime, incrementando el peligro en caso de siniestro, aun con el airbag.
Furas añadió: “Todos los consumidores que vayan a comprar un auto nuevo deberían acceder a niveles mínimos de seguridad sin importar el precio ni origen del auto”.
Cuidar a los niños. En estos momentos, los técnicos de Unasev están analizando las distintas opciones de sillas para niños para adherirse a una norma internacional que determine “qué silla se puede importar”, apuntó Inthamoussu.
Estudios internacionales concluyeron que los modelos más seguros son aquellos que cuentan con el sistema Isofix que, a juicio del experto en tránsito, Jorge Alfaro, convierte a la silla “en una sola pieza con el auto”. Se trata de un sistema de sujeción adicional que fija la silla por la parte inferior y en la parte trasera del asiento, junto al apoyacabezas, o en el suelo de la valija, de manera que impide su vuelco.
El secretario de Unasev agregó que luego se analizarán las normas de calidad relativas a las cubiertas de automóviles y motocicletas, entre otros aspectos.