Se asume que la empresa Cosmo, que ofertó US$137 millones por los siete aviones Bombardier CRJ900 en el remate no cumplirá y, por lo tanto, el Estado deberá asumir la deuda ante el Scotiabank, además de mantener problemas con la conectividad y cientos de trabajadores desocupados.
Hasta hace una semana era impensable para el gobierno no tener una aerolínea de bandera, pero ahora esa posibilidad se plantea como una alternativa. A medida que pasan los días toma fuerza en el Poder Ejecutivo la idea de no tener una nueva compañía que sustituya la operativa que dejó vacante Pluna, tras su cierre por insolvencia financiera el pasado 5 de julio.
Se asume que la empresa de capitales españoles Cosmo, que ofertó US$137 millones por los siete aviones Bombardier CRJ900 en el remate del pasado 1º de octubre no cumplirá y, por lo tanto, el Estado deberá asumir la deuda ante el Scotiabank, además de mantener problemas con la conectividad y cientos de trabajadores desocupados.
Ya sin el empresario Juan Carlos López Mena en la carrera por quedarse con el negocio, la opción del argentino Carlos Molinari está por verse y la de ex trabajadores está a estudio y no convence.
Por ello, se proyecta esperar a que se cumpla el plazo que vence el 1º de noviembre para ejecutar la garantía de Cosmo –presentada con un aval del Banco República– y vender o alquilar de a uno los Bombardier del remate para achicar de alguna forma la deuda de más de US$130 millones que el Estado mantiene con el Scotiabank, dijeron fuentes oficiales.
Ese esquema sin aerolínea incluye, además, promover más acuerdos de cielos abiertos para que empresas extranjeras retomen la conectividad perdida. Por otra parte, se negociarían las frecuencias de la ex Pluna que se mantienen en reserva, sobre todo las del puente aéreo con Buenos Aires (Carrasco-Aeroparque) y otras atractivas comercialmente con destinos a Brasil, además de Chile y Paraguay.
No se plantea realizar una nueva subasta. Todo esto estuvo en consideración el viernes en una reunión del presidente José Mujica con el vice Danilo Astori y los ministros de Economía, Fernando Lorenzo, y Transporte, Enrique Pintado.
El estudio Symbiosis, que representa a Molinari en Uruguay, se contactó con jerarcas de Presidencia para acordar una entrevista para este jueves. El empresario se había manifestado interesado en crear una aerolínea de bandera con la flota de aviones que tenía Pluna, para explotar las frecuencias del Estado.
Para ello, mantuvo dos reuniones en la Torre Ejecutiva, y en la última, del pasado jueves, pidió hasta cinco días hábiles para presentar un proyecto por escrito.
Según dijeron fuentes cercanas al inversor, la idea original de Molinari era tomar los 13 aviones que tenía Pluna, pero al no conseguir una comunicación con Cosmo para adquirir los siete aviones de la subasta, irá por los otros seis que fueron comprados entre 2010 y 2011 por la exaerolínea de bandera en régimen de leasing (arrendamiento con derecho a compra), con el financiamiento del Export Development Canadá.
Estas aeronaves del leasing deberán ser devueltas a fin de mes en caso de no concretar un proyecto con ellas.
La experiencia traumática que vivió el gobierno desde que asumió la oferta de Cosmo como inviable, y se descubrieron coincidencias increíbles y manejos poco claros, dejó claro que el Estado deberá aportar con dinero o subsidios al funcionamiento de una aerolínea si quiere que exista una.
Así, por lo menos, lo han expresado tanto el ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, como el presidente José Mujica.
El mandatario fue abordado a la salida de un encuentro con amigos en un bar del Paso Molino, y se volvió a referir al tema. Dijo que de algún modo “se va a arreglar” el asunto, pero reafirmó que el gobierno no regalará los Bombardier rematados.
“Los operadores no hacen cola; es muy difícil y son muy pocos los interesados”, aseguró el mandatario en declaraciones que recogió Telenoche. Mujica repitió que son muchos los subsidios que reclaman los potenciales inversores, y reconoció que la competencia en el rubro es “desleal”, producto de los subsidios que reciben algunas empresas aéreas, en referencia clara a Aerolíneas Argentinas.
Finalmente, el presidente dijo no tener claro cuándo llegará la solución definitiva para la crisis.
Los extrabajadores de Pluna se reunieron con autoridades del Poder Ejecutivo para plantear su plan de negocios, a través del cual reclaman un aporte estatal de US$15 millones como capital de giro para empezar a operar una aerolínea. También piden que el gobierno compre el boleto de reserva a Cosmo.
Preguntado Mujica por varios medios al término de una actividad en la tarde, manifestó que no lo descarta.
Fuentes del Ejecutivo, sin embargo, dijeron que ello no ocurrirá, puesto que significa un costo político difícil de asumir para el gobierno.
Cielos entreabiertos. La hipótesis que maneja el gobierno en caso de no conformar una aerolínea comprende también declarar una política de “cielos abiertos” para solucionar la conectividad aérea. Ello, sin embargo, no sería tan lineal, puesto que el país puede, en todo caso, aprobar tratados unilaterales o multilaterales.
De hecho, Uruguay tiene tratados con 18 países y, su aeropuerto internacional de Laguna del Sauce, en Punta del Este, fue declarado con cielos abiertos para que servicios regulares y no regulares de pasajeros, correo y mixtos puedan despegar y aterrizar allí sin restricciones.
Los acuerdos, de todos modos, no aseguran conectividad, pues debe haber interés de aerolíneas extranjeras en llegar a Uruguay y mantener esas frecuencias.