El gobierno venezolano descarta racionar el consumo de gasolina o aumentar su precio, dijo el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, respondiendo a recientes rumores sobre un control oficial del expendio del combustible, cuyo precio es el más barato del mundo.
El gobierno venezolano descarta racionar el consumo de gasolina o aumentar su precio, dijo el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, respondiendo a recientes rumores sobre un control oficial del expendio del combustible, cuyo precio es el más barato del mundo.
"¿De dónde sacó la oposición que nosotros íbamos a racionar combustible o a aumentar el precio? (...) El hecho de que el comandante (presidente Hugo) Chávez haya dicho que en este país tenemos que hacer un uso racional de nuestros recursos energéticos no significa para nada que vayamos a imponer un sistema de racionamiento de gasolina", dijo Ramírez.
Interrogado por diputados oficialistas y opositores en la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), el ministro admitió que la gasolina venezolana "tiene uno de los precios más baratos a escala mundial" gracias al subsidio.
Bajos precios, alto consumo. En Venezuela, primer productor de crudo sudamericano y uno de los mayores depósitos de petróleo del mundo, se puede llenar el tanque de un vehículo por un dólar, lo cual estimula el consumo y multiplica la cantidad de automóviles en las calles. El precio de la gasolina se ha mantenido sin variaciones por más de una década.
Explicó que el Estado tiene "suficientes capacidades para abastecer el mercado interno" de combustible.
Según el ministro, Venezuela refinó en 2010 más de un millón de barriles diarios de combustibles, de los cuales exportó 420.000 barriles, que podrían destinarse al consumo interno "si nos hiciera falta más combustible".
Los comentarios sobre el tema surgen a la luz del elevado incremento en el consumo interno de combustible que resta barriles para la exportación. Los factores pasan en primer lugar por el bajo precio, el contrabando, el consumo de las termoeléctricas y la distorsión en el uso de los octanajes.