El Gobierno proyecta construir en seis meses, 7.310 viviendas para los damnificados por el terremoto del 7 de noviembre último, en San Marcos, Quetzaltenango y Sololá. La inverisón total de la reconstrucción alcanzaría los US$204 millones.
El comité de reconstrucción se reunió para afinar los detalles de las fases dos y tres del plan, que pretende entregar las primeras 2.300 casas el 15 de marzo próximo.
La vicepresidenta Roxana Baldetti, coordinadora de esa instancia, informó que se invertirán Q160 millones (US$19,7 millones) solo en los materiales para la construcción de las viviendas, y que a ese monto deberá sumarse el costo de la mano de obra.
El diseño no sufrirá variaciones significativas, agregó Baldetti, quien dijo que la única será darle más profundidad a las zapatas de los inmuebles, pero descartó que sea para dejarlos listos para construir segundo piso.
Compras. La vicegobernante ofreció que ayer por la tarde entregaría a los medios de comunicación los detalles de lo gastado durante la primera fase del proceso de reconstrucción referente a materiales comprados, proveedores y costos, pero la conferencia de prensa se pospuso para este jueves.
Baldetti también mostró preocupación por la lenta habilitación de las escuelas públicas dañadas, ante la cercanía del nuevo ciclo escolar, a un costo de Q219 millones (US$27 millones) en reconstrucción y reparación.
“Ese es un gran problema, porque no hemos empezado, y estamos a menos de 15 días de que se inicie el ciclo escolar. Mi equipo dice que —el Ministerio de— Educación no pasó los datos a tiempo”, señaló.
Cuantiosos daños. El terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter produjo daños graves en la infraestructura, cuya reconstrucción costará cerca de Q1.657 millones (US$204 millones), según un informe de la Comisión Económica para América Latina y la Secretaría General de Planificación de la Presidencia.
El comienzo del plan de reconstrucción de las casas fue polémico debido a que el modelo presentado por el Fondo Nacional para la Paz se llamó“tipo Baldetti”, que fue adversado por distintos sectores y también rechazado por la vicepresidenta, quien aseguró que no había autorizado el uso de su nombre para las viviendas.
El terremoto causó la muerte de 45 personas y dejó más de 26 mil damnificados, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.