Esto implica un total de mil 128 megavatios de capacidad en diferentes fases de desarrollo, que van desde construcción hasta autorizaciones pendientes.
Con un potencial de recurso hídrico para generar hasta cinco mil megavatios, Guatemala apenas aprovecha el 18% con las 20 hidroeléctricas que operan en el país, las cuales tienen capacidad de generación de 937,50 MW.
Sin embargo, según el inventario de proyectos que posee el Ministerio de Energía y Minas (MEM), actualizado al 18 de febrero último y que incluye los proyectos de más de cinco megavatios (MW), hay en construcción ocho proyectos con capacidad de 369,97 MW.
Además, se cuenta con 19 proyectos autorizados que no han empezado su construcción, con capacidad de 648,85 MW; y otros cinco en trámite, por 109,33 MW.
Según datos de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), las hidroeléctricas cubrieron la semana del 7 al 14 de febrero el 35% de la demanda de energía, y en épocas de invierno han llegado a cubrir hasta el 78%.
Menos solicitudes
Edwin Rodas, viceministro de Energía, dijo que el "boom" para la solicitud de autorizaciones de proyectos hidroeléctricos se dio en el 2010 y 2011; sin embargo, en la actualidad el número de solicitudes bajó, observándose que continuará esa tendencia.
Rodas explicó que las dos licitaciones de energía de largo plazo que se han efectuado impulsaron el interés de instalar hidroeléctricas.
En estas licitaciones se adjudicaron contratos a 19 proyectos de más de cinco megavatios, así como a 22 de menos de 5 MW que no están incluidos en el inventario del MEM.
Según datos de la Asociación de Generadores con Energía Renovable (Ager), entre los mayores inversionistas están las compañías Enel, Grupo Terra y Multienergía.
La italiana Enel tiene tres hidroeléctricas: Montecristo (13 MW), Canadá (47.4 MW), Palo Viejo (80 MW), y cuenta con permiso para la cuarta, por 137 MW.
Multienergía tiene en operación a Renace, con 68 MW, y en construcción Renace II, con 130 MW, pero podría llegar a 195 MW, según el MEM.
Rodas dijo que las solicitudes para hidroeléctricas disminuirían porque algunas empresas se han dado cuenta de que hay mucha oferta “y que el mercado está saturado, por lo que hay más competencia y esto ha empujado los precios a la baja”.
Además de la conflictividad social en contra de proyectos hidroeléctricos, la baja de precios también se debe a la instalación de plantas de generación a base de biomasa y carbón, que desplazan a las hidroeléctricas, señaló Rodas.
Actualmente, Guatemala tiene instalados más de dos mil MV en diferentes tecnologías, con una demanda máxima de mil 563 MV y un promedio de crecimiento anual del 2,5%.
Precios: Problemas y beneficios
Juan Carlos Méndez, presidente de Ager, dijo: “La sobrecapacidad instalada en el parque generador envía una señal de precios a la baja y esto no es incentivo para la construcción de nuevos proyectos”.
Agregó que plantas de más de 5 MW que están autorizadas son las más factibles de ejecutarse, pero hay nuevos proyectos con accesos más remotos, por lo que necesitan el desarrollo del Plan de Expansión de la Red de transmisión para conectarse al sistema.
Falta de financiamiento y rechazo: Desincentivos
A criterio de Roberto Barrera, consultor en energía, la desmotivación para instalar hidroeléctricas se debe a la dificultad para conseguir financiamiento y apoyo técnico para desarrollar los proyectos.
A lo anterior se suma el constante rechazo de comunidades y diversos grupos contra las obras.
“El problema de fondo de las hidros es que se volvió un tema político, y depende de qué les ofrezcan a las agrupaciones para que los dejen pasar o los bloqueen”, comentó.