Panamá fue el segundo mercado que más aportó a los ingresos internacionales de la compañía contabilizados hasta septiembre, que ascendieron 1.318,8 millones de euros, sólo por detrás de Chile, que aglutinó el 26% de la facturación exterior.
Madrid. Panamá concentró el 25% de la cifra de negocios internacional que alcanzó Sacyr en los nueve primeros meses del año, una cantidad que se situó en torno a los 331 millones de euros gracias a las obras de ampliación del Canal, en suspenso tras la falta de acuerdo con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Panamá fue el segundo mercado que más aportó a los ingresos internacionales de la compañía contabilizados hasta septiembre, que ascendieron 1.318,8 millones de euros, sólo por detrás de Chile, que aglutinó el 26% de la facturación exterior.
De hecho, el crecimiento experimentado en Panamá, Chile, Bolivia y Brasil fue determinante para que la compañía incrementase en dicho periodo sus ingresos internacionales 23%, un porcentaje que permitió paliar la contracción del 26% registrada en España.
Con todo ello, de los 2.407,5 millones de ingresos obtenidos por la compañía en dicho periodo, más de la mitad provinieron del mercado internacional.
A la espera de que la compañía presente a finales de este mes las cuentas de 2013, a cierre del pasado ejercicio Panamá aglutinaba el 15,7% de la cifra de negocios del área de construcción, lo que representaba unos 310 millones.
El porcentaje de ingresos alcanzados en el país panameño, el mismo que contabilizó en 2012 en Angola, pone de manifiesto la importancia de Panamá dentro de las regiones que más aportaron a la cifra de negocios de construcción.
Además, Panamá aglutinó el 10% de los 5.998 millones de euros de cartera de obra que contabilizó la compañía el pasado año, es decir cerca de 600 millones.
En declaraciones, el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, subrayó la semana pasada que el proyecto de ampliación del Canal representaba una "pequeña parte" de la cartera de la compañía y añadió después de la ruptura de las negociaciones con la ACP que "la vida sigue" y que "Sacyr seguirá adelante".
Además del proyecto del tercer juego de esclusas del Canal, Sacyr, a través de su participada lusa Somague, se adjudicó en 2012 la construcción de la infraestructura portuaria necesaria para el funcionamiento de una mina para la extracción de mineral de cobre convencional en Panamá por 34,6 millones.
A pesar de que las negociaciones entre la Autoridad del Canal de Panamá y el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC) -integrado por la española Sacyr, la italiana Impregilo, belga Jan de Nul y la panameña CUSA- se rompieron oficialmente el pasado día 4, desde entonces las partes han seguido intercambiando propuestas para financiar el final de las obras.
En el caso de que no se llegue a un acuerdo, la ACP se dispone a reanudar en un máximo de 15 días las obras de ampliación de la vía interoceánica por cuenta y riesgo con el fin de terminarlas a finales de 2015, según aseguró el pasado sábado una fuente cercana a la negociación.
El pasado viernes GUPC anunció que había entregado a la ACP una nueva propuesta para llegar a un acuerdo de cofinanciación y confirmó que se habían suspendido los trabajos.
Horas mas tarde, la ACP contestó con otro comunicado en el que anunciaba que había enviado a GUPC una contrapropuesta que permite "viabilizar" la continuación del proyecto.
El GUPC se adjudicó en junio de 2009 el proyecto de diseño y construcción del tercer juego de esclusas de la vía interoceánica por su oferta de US$3.118 millones, por debajo del precio máximo establecido por la ACP de 3.481 millones.
El proyecto debía estar listo en octubre de ese año, según el contrato, pero ya en 2013 el consorcio anunció un retraso hasta junio de 2015, y el actual conflicto hace temer que se prolongue más allá de ese año.