"Vemos a YPF como un caso independiente", dijo el presidente ejecutivo de Hochschild, Ignacio Bustamante, a Reuters en una entrevista.
Londres. El aumento de la inflación de Argentina probablemente hará más mella en el atractivo del país para las mineras interesadas en sus reservas de oro, plata y cobre que la expropiación por parte de Buenos Aires de la petrolera YPF en abril, dijo el CEO de Hochschild.
Hochschild Mining obtiene la mayor parte de su producción de las minas del sur de Perú.
Pero su mina San José en Argentina - donde el gobierno de la presidenta Cristina Fernández tomó el control de YPF de manos de la española Repsol - representa casi un tercio de los ingresos y una tajada aún mayor de sus ganancias.
"Vemos a YPF como un caso independiente", dijo el presidente ejecutivo de Hochschild, Ignacio Bustamante, a Reuters en una entrevista.
"Los desafíos que enfrentamos en Argentina son diferentes de los retos que tenemos operando en otras partes, y el más grande es sin duda la inflación, principalmente en costos laborales", agregó.
Argentina, donde la minera de oro y plata que cotiza en Londres espera que los costos aumenten del 25 al 30% este año, ya cuenta con el mayor costo de operación de toda la cartera de Hochschild.
Un costo unitario en Argentina excluyendo regalías de poco menos de US$170 por tonelada en el 2011 se compara con un promedio en Perú de US$60,8 por tonelada.
Las mineras que buscan recursos en Argentina dicen que su entusiasmo está bajando no sólo con la inflación -avivada en parte por el fuerte gasto estatal-, sino también por las medidas para frenar las salidas de dinero en efectivo y empujar a las empresas a buscar equipo local.
"Lo que están haciendo es elevar el nivel de lo que hace un proyecto rentable - lo que hace a un proyecto rentable en Perú no hace necesariamente que un proyecto sea rentable en Argentina", dijo Bustamante.
El potencial geológico de Argentina es "excelente", dijo, aunque la minería sigue siendo una porción menor de la economía que en Perú, México o Chile.
"Fuera de los países en los que operamos, es de lejos el que se ha explorado menos y tenemos expectativas de que hay muchos buenos depósitos de clase mundial que se pueden encontrar", sostuvo.
Hochschild, que tiene tres de las 14 minas de plata más grandes del mundo, tiene perspectivas y objetivos de perforación en Argentina, más allá de San José, a pesar de que todos sus potenciales proyectos de transformación se encuentran en Perú, Chile y México.
Los problemas de presión nacional y comunitaria no son exclusivos de Argentina, con Perú preocupando a los inversores el 2011 luego de que el gobierno del presidente Ollanta Humala fue elegido con la promesa de aumentar el gasto social.
Bustamante dijo que el foco de las mineras en Perú ahora está en la necesidad de un marco institucional para que las empresas y las comunidades cooperen, en línea con las esperanzas y los requisitos del Gobierno, y en la aceleración de permisos.
El no veía una extrapolación sobre los proyectos de Hochschild de la situación en la mina Conga de Newmont Mining y Buenaventura en Perú, actualmente estancada debido a la oposición de grupos comunitarios locales.
Conga sería la mina más cara construida en Perú y si se abandona, los analistas temen que pueda alejar unos 50.000 millones de dólares en inversión privada destinados a la minería en Perú.
"Para el beneficio del país, es muy importante que (ese proyecto) se materialice", dijo Bustamante.