Las automotrices que operan en Estados Unidos han sido criticadas por Trump por producir autos en plantas de México a menores costos, lo que según dice resta empleos a los estadounidenses.
Tokio. Los presidentes de Toyota y Honda dijeron este jueves que no tienen planes de inmediatos para reducir su producción de autos en México, ya que prefieren esperar hasta después de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos este mes antes de decidir si implementarán cambios.
Las automotrices que operan en Estados Unidos han sido criticadas por Trump por producir autos en plantas de México a menores costos, lo que según dice resta empleos a los estadounidenses.
La presión se intensificó esta semana cuando Ford Motor Co descartó invertir US$1.600 millones de dólares en la construcción de una planta de ensamblaje en México, luego de que Trump se refiriera con dureza al proyecto.
"Consideraremos nuestras opciones cuando veamos qué políticas adoptará el nuevo presidente", dijo el jueves el jefe de Toyota Motor Corp, Akio Toyoda, durante un evento de la industria en Tokio, al ser consultado sobre si la compañía contempla cambios para la planta que está construyendo en México.
"Producimos autos en México para mercados que incluyen a Norteamérica y Europa y no tenemos planes inmediatos de cambiarlos", sostuvo el presidente ejecutivo y presidente de Honda Motor Co Ltd, Takahiro Hachigo, en la misma reunión de automotrices.
Trump también dijo que General Motors Co podría quedar sujeta a impuestos por sus autos fabricados en México y comercializados en el mercado estadounidense y ha afirmado que le gustaría renegociar los términos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un acuerdo que incluye, además de Estados Unidos, a México y Canadá.
Toyota, Honda y Nissan Motor Co Ltd, las principales automotrices de Japón, tienen instalaciones de producción tanto en Estados Unidos como en México. Toyota y Honda también operan plantas en Canadá.
Buena parte de los vehículos producidos en México y Canadá son exportados a Estados Unidos, el mayor mercado único para las fabricantes de vehículos japoneses.