Emil Hawit, gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica de Honduras, manifiesta su "frustración" por no reducir los números rojos.
Las pérdidas de 30% que acumula la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) duplican el estándar internacional, por lo cual, un incremento a las tarifas eléctricas sería insuficiente para rescatar las finanzas de esta estatal, coinciden miembros del gabinete energético.
De manera previa, el gerente de la ENEE, Emil Hawit, reveló antes de enviar el nuevo pliego tarifario a la Comisión Nacional de Energía (CNE), que es necesario en un primer momento elevar las tarifas en 9% y el ajuste por combustible en 6%. Sin embargo, dijo que estas medidas son insuficientes para rescatar las finanzas de la estatal.
El análisis técnico y económico del nuevo pliego tarifario está por ser finalizado en la Comisión Nacional de Energía en donde se ha concluido que no se puede trasladar al consumidor final el total de las pérdidas de la estatal eléctrica.
El presidente de la CNE, Napoleón Soto, dijo que vieron de manera lamentable que las pérdidas de la ENEE superan el 28% esperado y que se han elevado hasta en un 30%. El funcionario indicó que el estándar internacional es de un 15%.
En este sentido, la Ley del Subsector Eléctrico prohíbe a la ENEE y al regulador transferir las ineficiencias de la estatal al consumidor final. Soto fue del criterio que es necesario que la ENEE desarrolle acciones contundentes para reducir el hurto de energía eléctrica y las pérdidas técnicas.
Variaciones
Por su parte, el gerente de la ENEE manifestó su "frustración" porque durante su gestión no logró reducir el porcentaje de las pérdidas, que es de alrededor de un 30%, que representan unos US$250 millones a diciembre de 2013. Fue del parecer que al aplicar operativos, cortes de energía a morosos y acciones técnicas habían reducido este porcentaje a un 28%, pero luego volvió a situarse en un 30%.
Lamentó que en este proceso contribuyó de manera acentuada que el Congreso Nacional postergó hasta el segundo semestre de 2013 la aprobación del presupuesto de la ENEE. Sin embargo, se necesita invertir al menos US$60 millones para el mejoramiento de las líneas de transmisión, subestaciones, transformadores y otros aspectos técnicos.
Esto debe ocurrir mientras los operadores internacionales o locales realizan las millonarias inversiones, vía tres fideicomisos eléctricos de transmisión, distribución y alumbrado, adjudicados a los bancos Atlántida, Ficohsa y Continental.
Hawit lamentó por otra parte que constataron que al menos 9 de cada 10 medidores que se evalúan en el país fueron manipulados para que la industria, las residencias o el comercio tenga una menor facturación. Reiteró que en algunas colonias diseminadas entre San Pedro Sula y Tegucigalpa, los pobladores les impiden el ingreso a los técnicos de la ENEE cuando van a realizar cortes de energía eléctrica.
En muchas oportunidades han tenido que ser acompañados por policías y militares para garantizar la seguridad física de los técnicos.
Por otra parte, Hawit indicó que además de focalizar el subsidio eléctrico, como se efectuó de manera reciente, se debe renegociar los contratos térmicos porque debido a sus condiciones ya son insostenibles y se debe invertir para un mayor control de pérdidas. “Si se atendieran estas situaciones sería innecesario elevar las tarifas de la ENEE”, dijo Hawit.