Honduras, que produce granos tradicionalmente vistos como de menor calidad a la de sus vecinos como Guatemala o Costa Rica, está tratando de elevar su producción de café arábigo y mejorar la calidad al mismo tiempo.
En las laderas de la región sureste de Honduras florecen miles de cafetos nuevos, mientras los productores esperan poder aprovechar una racha de precios altos del café causada por un declive en la producción en otras regiones de Latinoamérica.
Honduras, que produce granos tradicionalmente vistos como de menor calidad a la de sus vecinos como Guatemala o Costa Rica, está tratando de elevar su producción de café arábigo y mejorar la calidad al mismo tiempo.
Unas 26.000 hectáreas se han incorporado a la caficultura, y muchas de estas comenzará a dar frutos en los próximos años.
Esperanza hondureña. Tostadores y compradores esperan poder empezar a ver al café hondureño como un reemplazo viable para el de Colombia, que está en su tercer año con producción menor a su promedio.
Los futuros del café arábigo (conocido también como arábica) se han disparado más de un 90%, a su nivel más alto en casi 14 años.
Los productores locales están viendo a largo plazo con la esperanza de que los precios se mantengan elevados por unos tres años, el tiempo que toma la maduración de los cafetos.
"El año pasado (2010) planté 105 hectáreas nuevas, y este año plantaré más. Hacia el 2013 comenzaremos a ver buena producción", dijo Mario Segura, uno de los productores de la región hondureña de El Paraíso.
"Los precios están motivando a todos", agregó.
Con apoyo del Gobierno para la compra de fertilizantes y semillas, la producción podría subir hasta a 4.98 millones de sacos de 60 kilos en el ciclo 2012/13, un 30% por arriba de los 3.83 millones de sacos esperados para 2010/11, dijo Dagoberto Suazo, director del Instituto Hondureño del Café (Ihcafe).
Contraste de competencia. Eso contrasta con los casos de El Salvador, Guatemala y Costa Rica, que han registrado un declive en la producción de granos de arábigo de alta calidad en la última década, ante la desaparición de cafetales por las presiones de la urbanización y los costos laborales.
Mientras en Brasil, el mayor productor de café del mundo, se está impulsando su producción de arábigos lavados, algunos tostadores señalan que los granos colectados con máquinas y cultivados en menor altitud son de menor calidad.
"Honduras tiene una posición única en este asunto: tienen la capacidad de producir más arábica lavada y podrían elevar la producción rápidamente", dijo Thompson Owen, comprador de café de Sweet Maria's Coffee.
* Con información de Reuters.