Del total de la producción anual, solo una mínima cantidad, alrededor de 700 mil quintales (de 46 kilos), se queda en el país para consumo de la población, según proyecciones del Instituto Hondureño del Café, Ihcafé.
Por su calidad, sabor y aroma, el café de Honduras se posesiona como el mayor exportador del grano en la Región Centroamericana, el tercero en Latinoamérica y en el sexto a nivel mundial.
Del total de la producción anual, solo una mínima cantidad, alrededor de 700 mil quintales (de 46 kilos), se queda en el país para consumo de la población, según proyecciones del Instituto Hondureño del Café, Ihcafé.
Del valor total de las exportaciones que realizó Honduras en 2014, que fue alrededor de US$4.000 millones, según datos del Banco Central de Honduras (BCH), el café logró US$838,5 millones en divisas.
En los últimos 10 años, el envío de 46.9 millones de quintales del grano de oro a diferentes países de Europa, Asia y Estados Unidos ha dejado US$7.127 millones, que a cambio actual se puede calcular en 156.794 millones de lempiras.
La exportación récord se experimentó durante la cosecha 2011/2012, cuando se envió al extranjero 7.1 millones de quintales por un valor arriba de los US$1.400 millones.
Descenso. No obstante, de 2012 a 2014, los caficultores catrachos pasaron un “trago amargo”, la roya del café, una enfermedad causada por el hongo Hemileia que infecta las hojas de la planta, afectó unas 80.000 hectáreas de cafetales, de las cuales 25.000 fueron severamente dañadas.
El impacto económico fue de US$100 millones, indicó a EL HERALDO el gerente técnico del Ihcafé, Omar Fúnez. De acuerdo a un estudio de la organización humanitaria internacional Oxfam, realizado en 2013, la roya no solo redujo la producción del grano en Honduras y los ingresos económicos del sector, sino que también impactó en la alimentación de las familias que se dedican a esa actividad.
El hongo que infectó millones de plantas de café redujo en un 25% la producción nacional. El país pasó de exportar 7.1 millones de quintales en la cosecha 2011/2012 a 5.6 millones en la de 2012/2013.
En ese mismo período, en cuanto a captación de divisas disminuyó en un 50%, como lo reflejan las estadísticas del Ihcafé, cuando Honduras pasó de recibir US$1.439 millones a US$795 millones.
Recuperación. Pero fue gracias a un acertado programa de lucha contra la roya, mediante capacitación técnica y apoyo financiero a los productores, que Honduras se recuperó e incrementó su producción en un 18% para el año cafetero 2013/2014, lo que le permite seguir ostentando el título del sexto exportador en el mundo.
El avance es notorio, ya que según cifras de la Organización Internacional del Café (OIC), entre octubre de 2014 y febrero de 2015, Honduras exportó un total de 2.16 millones de quintales de café frente a los 1.78 millones de quintales del mismo período de la cosecha anterior, que al final cerró con una comercialización de 4.2 millones de quintales.
El pronóstico para la cosecha 2014/2015, que finaliza el próximo mes de septiembre, es de 6.3 millones de quintales oro exportables y con esta tendencia puede haber una captación de divisas de entre US$1.200 a US$1.300 millones, proyecta el Ihcafé.
La calidad del grano catracho permite que se le abran las puertas de los mercados estadounidenses, europeos y asiáticos y se está trabajando para entrar en nuevos mercados como Australia. ¿Cómo alcanza la cima? El café es, desde 1994, el producto que genera la mayor cantidad de divisas para la economía de Honduras, lugar que ocupaba, hasta 1993, el banano, que tuvo al mercado europeo como su principal destino.
Las acciones que emprendió el sector cafetalero del país fueron “tecnificar las plantaciones lo que ha permitido que nosotros pasemos, hace diez, de producir tres millones de quintales a estar hablando de producir ocho millones en la próxima cosecha”, expresó Fúnez. “Se basa en la productividad, la eficiencia en la misma área, nosotros nos promovemos como sector bajo la siembras que se pueden dar, renovar las áreas existentes para hacerlas más productivas”, agregó.
Otro punto importante es el tipo de café a sembrar, que sea resistente a las enfermedades y además que tenga un alto rendimiento de producción por planta. En ese sentido, Honduras produce la especie de café arábica, en su mayoría la insigne variedad lempira. También otras variedades como catuahí, caturra, borbón, lempira e Ihcafé 90. En el ámbito ambiental, las fincas de café en más de un 95% están bajo sombra, constituyendo en un sistema agroforestal muy importante en el ciclo hidrológico, como hábitat para diversas especies de fauna y flora, bajo el programa Suelos y Nutrición, que permite el acondicionamiento de las parcelas de tierra.
También se han multiplicado los esfuerzos para el control de plagas y la asistencia técnica se ha aumentado en apoyo a los pequeños y medianos caficultores a nivel nacional. Además se les brinda apoyo financiero para recuperar las fincas que fueron afectadas. Desde que se adoptaron nuevas medidas, la producción del grano ha incrementado hasta en un 100%.
Para el caso, en 2004 solo se exportaban tres millones de quintales y en el último año 2014, contando con la disminución causada por la roya, se logró enviar al mercado internacional más de cinco millones de sacos. Con los procesos de certificación y el buen cuidado de los cultivos, los dirigentes del rubro apuntan a que Honduras pueda exportar de 9 a 10 millones de quintales, dentro de unos cinco años. Y lo interesante del café es que constituye una base social importante, pues miles de familias se dedican a este rubro, por lo que la bonanza internacional siempre baña a los productores nacionales.