Ese impasse entre jornaleros y el gobierno sería una de las consecuencias de la postergación del Ejecutivo para subastar seis fincas y una empacadora propiedad del desaparecido Banco Corporativo SA (Bancorp), conocido como Grupo Hondufarms-Ibermar.
Un conflicto laboral con los trabajadores de cinco fincas propiedad del Estado de Honduras está a punto de provocar la pérdida de 1.2 millones de libras de camarón, que pueden significar ingresos por tres millones de dólares en concepto de exportaciones para la administración central.
Las autoridades de la Secretaría de Finanzas, quienes presiden el consejo de administración de ese consorcio de empresas a través del subsecretario de Presupuesto, Carlos Borjas, deberán buscar un arreglo contrarreloj porque el camarón cultivado ha comenzado a morir por las bajas temperaturas que se registran a ciertas horas del día en Marcovia, Choluteca.
Cuando las temperaturas bajan a 22 grados, el camarón muere por la ola de frío que se presenta en el mes de diciembre, versión que EL HERALDO pudo constatar en varias fincas de Marcovia, donde se observó una fuerte presencia de garzas y garzones comiendo el crustáceo que ha muerto por ese fenómeno natural.
"El camarón ya está de cosecha, ya alcanzó el tamaño indicado por los compradores internacionales, así como el peso, tenemos camarón con un peso arriba de 15 gramos", dijo Santos Cruz, supervisor de la finca Culcasa, situada en Punta Ratón, Marcovia.
Ese impasse entre jornaleros y el gobierno es solo una de las consecuencias de la postergación del Ejecutivo para subastar seis fincas y una empacadora propiedad del desaparecido Banco Corporativo SA (Bancorp), conocido como Grupo Hondufarms-Ibermar, proceso que se inicio en marzo de 2005, pero fue declarado fracasado.
Toma de fincas. Los trabajadores temporales de las fincas Culcasa, C.W.Y.C., Exmar, Acuatec y Fincamar, que son los responsables del cultivo y extracción del camarón, se han tomado esas propiedades alegando que el gobierno les adeuda tres quincenas de salarios.
Santos Cruz dijo que únicamente están reclamando que se les haga efectivo el pago de los salarios, así como el reconocimiento de otros derechos contemplados por las leyes laborales. Agregó que les adeudan la segunda quincena de octubre y las dos de noviembre. Cada empleado eventual recibe un salario de 2,600 lempiras quincenales y al final de cada año se les liquidan sus derechos, agregó el entrevistado.
Por su parte, el supervisor de C.W.Y.C., ubicada en Punta Ratón, Marcovia, Simeón Reyes, manifestó que mientras el gobierno no envíe una comisión de alto nivel no desistirán de las acciones de presión y están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.
El gerente del Grupo Hondufarms-Ibermar, Onán Martínez Ponce, respondió que ellos tienen listos los fondos para cancelar los salarios del personal temporal, pero son estos los que, asesorados por empresarios interesados en agravar el conflicto, no aceptan un arreglo. Agregó que lograron un acuerdo con los trabajadores de la finca Honfarms, ubicada en San Bernardo, Choluteca, y eso permitió extraer el camarón, el cual está siendo procesado en la planta de Ibermar, ubicada en La Criba, San Lorenzo, Valle.
Martínez Ponce acusó a Adán Antonio Peralta Méndez, presidente de las empresas de producción de camarón Sureños y Costeños, de ser el responsable de azuzar a los trabajadores temporales para que mantengan tomadas las fincas. Los trabajadores pidieron a las autoridades de la Secretaría de Finanzas mandar una comisión para negociar, de lo contrario las fincas serán tomadas porque han aprobado la decisión de no sentarse a dialogar con el gerente del Grupo Hondufarms-Ibermar.