Este año, este país superó a Guatemala como el principal productor cafetero de América Central, la región que produce la mayor parte del café arábigo lavado del mundo, los granos más caros y codiciados que se utilizan en mezclas gourmet.
Honduras se está convirtiendo en un príncipe del grano de café.
Este año, este país superó a Guatemala como el principal productor cafetero de América Central, la región que produce la mayor parte del café arábigo lavado del mundo, los granos más caros y codiciados, que se utilizan en mezclas gourmet. Esta temporada, la cosecha de Honduras fue de 3,8 millones de sacos de 60 kilos de café, frente a los 3,5 millones de sacos de Guatemala.
Si bien Colombia se mantiene como el mayor productor individual del mundo de arábigo lavado, el crecimiento de Honduras suma otro importante actor al mercado mundial del café, y supone un impulso para la empobrecida economía de la región.
Para Honduras, superar a su vecino es una dulce reivindicación. Esto se debe a que durante años, muchos productores de café de Honduras contrabandearon sus granos a Guatemala, donde podían obtener un precio más alto debido a la reputación que tiene este país por su café de calidad.
Se lo puede considerar uno de los "secretos sucios" del comercio del café: algunos de los granos de Guatemala en realidad eran cosechados en Honduras. Cuando el café guatemalteco lograba precios más altos, eso solamente alentaba más contrabando, creando un círculo vicioso para la industria cafetera hondureña.
"Hemos tenido incluso cosechas más grandes que esta, pero nunca se notaba porque tanto café era contrabandeado", dice Jorge Alberto Lanza, presidente de la Asociación Nacional de Caficultores de Honduras.
La situación comenzó a cambiar hace algunos años, cuando un impuesto a las exportaciones de café -que inicialmente condujo a un mayor contrabando- ayudó a financiar la asistencia técnica a los cultivadores. Esto impulsó la producción y la calidad, ayudando a que los precios locales subieran y el contrabando fuera menos atractivo.
Como resultado, los granos hondureños han tenido un precio promedio de US$2,45 por libra en esta temporada, superando a los de Guatemala por primera vez en una década.
También por primera vez este año, Honduras se colocó por encima de Guatemala en la competencia "Café del año" de la Specialty Coffee Association, que es atentamente seguida por los entendidos. Colombia fue el único país que terminó arriba de Honduras.
Las grandes cadenas de cafeterías, como Starbucks Corp. y Peet's Coffee & Tea Inc., tienen mezclas de un único origen provenientes de Guatemala, Costa Rica y Colombia, pero no de Honduras. Los representantes de Starbucks declinaron hacer comentarios sobre los futuros planes de compras.
Los comerciantes de café, sin embargo, tienen los ojos puestos en Honduras.
"Honduras era como un gigante dormido", señala Willem Boot, un consultor sobre calidad del café de San Francisco. "Ahora el gigante se levantó y está corriendo".
Javier Oliva era uno de los contrabandistas hondureños de café. Pero alentado por los precios más altos y el patriotismo, abandonó el contrabando y contribuyó a que Honduras emergiera como uno de los más importantes productores de café de la región.
Durante años, cuando anochecía, Oliva contrabandeó miles de kilos de granos de café a través de la frontera de Honduras con Guatemala.
"Empecé con mi cafetal, y en 1996 empecé a comprar café de otros para venderlo en Guatemala", cuenta. "Así fue que descubrí que la calidad del café de nuestra región era muy buena. Y aunque pagaban mejor en Guatemala, no era lo que merecía nuestro café".
Los funcionarios guatemaltecos no discuten que los granos hondureños estaban siendo contrabandeados a través de la frontera y vendidos como que hubiesen sido cultivados en su país, pero dicen que no era así con el café guatemalteco de mayor calidad
Ricardo Villanueva, presidente de la Asociación Nacional del Café de Guatemala, asegura que todos sus cafés con marca son comprados directamente a las plantaciones, por lo que una mezcla de granos sería imposible.
Quizás el café de Honduras era exportado, dice, pero no como uno de sus cafés especiales. En cuanto a la calidad del café hondureño, Villanueva sostiene que la variedad guatemalteca es todavía mejor y dice que el triunfo de Honduras en la competencia de este año fue algo que ocurrirá "una vez".
Los funcionarios hondureños dicen que el contrabando del café durante mucho tiempo perjudicó a la economía del país, ya que este producto representa 6% del Producto Interno Bruto del país, de US$14,000 millones, y a 36% de su producción agrícola.
Los funcionarios aseguran que al menos 300,000 sacos eran contrabandeados, y las estimaciones de algunos productores indican que la cantidad llegaba a 2 millones de sacos, más de la mitad de la cosecha.
Era casi imposible de controlar porque los contrabandistas podían evadir la captura diciendo a los agentes fronterizos que estaban transportando café a instalaciones hondureñas de almacenamiento ubicadas cerca de la frontera.
El transporte de café de un lugar a otro no es ilegal dado que el café no es una sustancia prohibida, dice Kelsin Artiaga, jefe de relaciones públicas de la Secretaría de Seguridad de Honduras. Es difícil establecer si es un caso de contrabando o no, agrega.
La asistencia del gobierno a través del nuevo impuesto mejoró tanto la producción como la calidad. Los certificados de calidad se han incrementado mucho. Una cooperativa de productores indica que alrededor de 400 de sus cultivadores han sido certificados en los pasados cuatro años por grupos como Fair Trade, Rainforest Alliance y UTZ para asegurar precios "premium".
Siguiendo los pasos de Guatemala, Honduras comenzó a hacer marketing de su café de seis regiones distintas, cada uno con un sabor levemente diferente.
En 2006, Oliva organizó a alrededor de 90 agricultores en un cooperativa. Cerca de 80% de ellos ahora vende su café con sellos de certificación a clientes en Europa y otras partes del mundo.
"Es café de calidad, y ya no tenemos la necesidad de venderlo a Guatemala", dijo.