Aunque los pronósticos para el tráfico de pasajeros son auspiciosos ante el repunte económico y una creciente clase media, la atención de IATA apunta a los resultados y consecuencias que pueden tener los próximos comicios presidenciales en Brasil, México y Colombia.
Santiago. Las elecciones de este año en algunos de los principales países de América Latina serán críticas para el futuro de la industria aérea, especialmente en infraestructura, reformas y costos, dijo a Reuters este miércoles el jefe para la región de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por su sigla en inglés).
Aunque los pronósticos para el tráfico de pasajeros son auspiciosos ante el repunte económico y una creciente clase media, la atención de IATA apunta a los resultados y consecuencias que pueden tener los próximos comicios presidenciales en Brasil, México y Colombia.
"Es un año crítico para nosotros en la región, porque hay elecciones importantes en varios países (...), dependiendo de qué tipo de gobierno sale elegido puede tener importantes consecuencias para la industria", dijo Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA.
"Como industria, a nivel político estamos vigilando, viendo muy de cerca cómo se van a llevar a cabo esas elecciones porque son países importantes con proyectos aeronáuticos de grandes magnitudes", agregó.
En esa línea, Cerdá admitió que el caso de México es uno de los más complejos, ya que la nación impulsa un gran proyecto para modernizar su principal aeropuerto en la capital, pero el futuro de la terminal se ha politizado en medio de la férrea campaña electoral.
"Uno de los candidatos ha señalado que si sale elegido, el proyecto que está en marcha lo quiere parar y desviar hacia otro aeropuerto, lo que para nosotros sería una gran preocupación por sus efectos", dijo el ejecutivo.
Según IATA, el aeropuerto de Ciudad de México presenta las constricciones de tráfico aéreo más alarmantes. El actual fue diseñado para atender a 32 millones de pasajeros al año, pero recibe a 47 millones.
"Cualquier otra alternativa (de traslado de la construcción del nuevo aeropuerto) que se está planteando no cumpliría con las necesidades de México y eso perjudicaría al país en materia económica, social y su turismo", agregó.
Aunque Brasil ha empujado mejoras en su infraestructura aeroportuaria, Cerdá reconoció que las expectativas están puestas en un próximo gobierno y su capacidad para avanzar en reformas pendientes en el sector.
"Brasil tiene leyes muy conservadoras, que no aportan a que la aviación siga avanzando y que cumplan con las normativas internacionales. Otro desafío pendiente son sus costos. Es un país que produce combustible pero que cobra como si fuera importado", dijo Cerdá.