El vino “Ecclesia”, realizado para la liturgia en las misas católicas, reporta escasez en las iglesias producto de la falta de divisas, anunció la Conferencia Episcopal de Venezuela.
Debido a la escasez de divisas y a los problemas que enfrenta Bodegas Pomar para su elaboración, la Conferencia Episcopal (CEV) insta a los Obispos a usar vinos comerciales "puros y naturales".
El vino “Ecclesia”, realizado para la liturgia en las misas católicas, reporta escasez en las iglesias producto de la falta de divisas, anunció la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), que insta a los obispo a usar vino “lo más puro posible” en caso de no obtener la bebida certificada en otros países.
En un comunicado, suscrito por el presidente la Comisión de Liturgia de la CEV, monseñor Freddy Jesús Fuenmayor Suárez explica que debido a los problemas que enfrenta Bodegas Pomar (autorizado por la Conferencia) para embotellar el vino, y a la falta de divisas para importar la bebida a otros países, se insta a los Obispos a tomar sus previsiones.
“En extrema necesidad y hasta que esta coyuntura de producción y distribución de vino de misa por parte de industrias Pomar, y la imposibilidad de importarlo se solventen, se podrían usar provisionalmente vinos chilenos o argentinos (blanco o tinto), de buena calidad (los franceses, españoles e italianos también, pero son muy costosos)”, dice el comunicado.
Tomando los preceptos de la Instrucción General del Misal Romano, el monseñor Suárez, también obispo de Los Teques, recuerda que el vino para la eucaristía debe ser producto de la vid, que "no debe ser mezclado por sustancias extrañas”, por lo que pide a los Obispos usar un tipo de vino “lo más puro y natural posible” .
La Conferencia también recordó a los Obispos a no utilizar el llamado “vino judío” o del tipo “espumoso, aromatizado, quinado, a base de frutas distintas a la uva o para cocina” para la liturgia.