La compañía Rolls-Royce, en su faceta de fabricante de buques, utilizará la inteligencia artificial de Google para el pilotaje de sus futuros barcos autónomos.
Los barcos autónomos cada vez están más cerca. Y el fabricante Rolls-Royce es uno de los que más énfasis está poniendo en esta tecnología. Ya ha anunciado su intención de tener las primeras embarcaciones no tripuladas para 2020. Empezará por ferries y remolcadores , pero la idea es que después se pase a buques de mayor calado, como los de carga.
En este contexto, Rolls-Royce, que como empresa opera en los sectores marítimo, aeroespacial y energético, pero ya no posee la marca de coches que le dio fama popular, se encuentra en una fase de preparación. La compañía prepara sus primeros modelos de barcos no tripulados , pero necesita apoyo en el campo de la inteligencia artificial.
Rolls-Royce construye, pero la programación de software –aunque necesaria para algunos de los sistemas que comercializa– no es su especialización. Mucho menos lo es el machine learning, uno de los campos que será prioritario en un barco autónomo. Así que ha recurrido a la inteligencia artificial de Google para resolver este aspecto.
El Cloud Machine Learning Engine de Google se integrará en los sistemas de los barcos para detectar obstáculos para la navegación. Por el momento, los buques cuentan con el radar y los sistemas AIS (Automatic Identification System) para este cometido. Pero tienen limitaciones. Una embarcación ligera, como un kayak no aparecerá en estos sistemas de información. En este caso será la tripulación la que tenga que avisar del peligro.
Esta será la misión de Google Cloud Machine Learning Engine. Gracias a un sistema de cámaras implantado a lo largo de diferentes puntos del barco se grabarán imágenes de lo que hay alrededor del buque. La inteligencia artificial de Google será capaz de reconocer cuándo existe un obstáculo que pueda interferir en la navegación.
De hecho, no es necesario que los barcos sean autónomos para beneficiarse de esta ventaja tecnológica. El sistema de reconocimiento de imágenes descargaría a los marineros de la tarea. Ni que decir tiene, se prevé que la tecnología se implante poco a poco, primero bajo supervisión de la tripulación.
Aunque en el futuro se espera que los barcos autónomos confíen en este tipo de sistemas para guiarse. El acuerdo entre Google y Rolls-Royce va más allá de la detección de peligros. Gracias a la colaboración, el fabricante confía en que sus embarcaciones serán más fáciles de operar y más eficientes.
Ambas compañías planean profundizar en su colaboración. Otro de los proyectos previstos consistirá en comprobar si los comandos por voz son válidos para crear una interfaz persona-máquina en aplicaciones marinas.