Tras el pacto preliminar, los iraníes han iniciado contacto con los mercados asiáticos para negociar entre 200.000 y 300.000 barriles diarios de sus inventarios.
El convenio preliminar sobre el levantamiento de las sanciones a Irán y los compromisos asumidos por la nación persa sobre su carrera nuclear, con el grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) no está afectando actualmente las cotizaciones del crudo.
Sin embargo, analistas coinciden en que a partir del segundo semestre del año, una vez entrado en vigencia el compromiso, Irán logre impactar al mercado con la suma de su producción y el lanzamiento de inventarios al mercado, apoyando la sobreoferta, que mantiene deprimidos los precios del hidrocarburo.
Mazhar Al-Shereidah, especialista y docente de la Universidad Central de Venezuela en materia geopolítica petrolera, estima que durante el segundo trimestre del año el acuerdo no va a generar grandes efectos sobre el valor del petróleo, pero si a partir del 1° de julio, una vez firmado el pacto nuclear y levantadas las sanciones.
“El mercado va a percibir la vuelta del crudo iraní como la vuelta a la normalidad. Y como Irán dice que tiene una capacidad de producción cercana a los 4 millones de barriles por día, el escenario petrolero estaría bajo el impacto real o ficticio, porque Irán podrá o pudiera incrementar sus expiraciones a 1 millón de barriles por día”, comenta el analista.
Al-Shereidah sostiene que “la noticia del convenio en principio, no es definitivo, pero ya es un acuerdo, y el factor optimista sobrepasa con creces al pesimista, desde el punto de vista de Irán”.
Puntualiza que el avance en las negociaciones nucleares es tan positivo para la nación persa, que esta no ha perdido tiempo, y de manera inmediata “contactó a sus clientes asiáticos para ofrecerles entre 200.000 y 300.000 barriles diarios, y no de producción fresca, sino que de inventarios.
De acuerdo con Al-Shereidah, la cifra de los stocks de crudo iraní varía entre 7 millones y 36 millones de barriles, de acuerdo con algunos expertos, pero para él, Irán tiene como mínimo 15 millones de barriles y como máximo unos 20 millones, que para el especialista suponen inventarios obligados desde que se le aplicaran las sanciones.
Por otra parte, el docente del postgrado de petróleo de la UCV, estima que esos inventarios podrían salir a un ritmo no mayor a los 200 mil barriles diarios, bajo la anuencia subrepticia del propio Estados Unidos, “quien vigilaría con sus radares y piezas navales, según los entendidos, el estrecho de Ormuz, pero con un ojo cerrado y parte del otro también”.
Pero estima que el impacto de ese poco volumen de crudo, en el mercado no se va a reflejar en las cotizaciones de mañana ni necesariamente de esta semana, sino cuando el hecho se convierta en noticia.
Sin impacto. El economista y analista petrolero, Luis Oliveros, señala que el mercado observa que las sanciones a Irán aún persisten, por lo que no ha habido un efecto importante tras la firma del acuerdo preliminar. Pero coincide con Al-Shereidah al estimar que el efecto podría venir para el segundo semestre del año.
“El impacto vendrá para la segunda mitad del año, momento en el que muchos analistas observaban un crecimiento de los precios del crudo, que podrían ahora quedar entre dicho, debido a una mayor colocación de petróleo físico en el mercado. Y si dejan que Irán retome su capacidad de producción se estaría hablando de no menos de 3 millones de barriles”.
Para Oliveros el sobreabastecimiento en el mercado va a estar en torno a 1,3 millones de barriles por día y no ve con claridad como el mercado va a absorber ese volumen.
“En el mejor de los casos la sobreoferta va a disminuir en torno a 200.000 o 300.000 barriles por día, no será nada importante que logre apuntalar los precios. Para el caso venezolano estimo que el precio de la cresta podría oscilar en torno a $50 por barril”, indicó Oliveros.
Elementos en juego. La tendencia hacia la baja de los precios del crudo suma varios factores que deben ser señalados, antes de que los analistas se apeguen a los resultados de las pizarras del mercado bursátil, señala el docente universitario, Mazhar Al-Shereidah.
En primer lugar el analista estima que es importante tener presente que el 1° de marzo llegó la primavera, después de un invierno señalado como el más frío de los últimos 30 años, lo cual suprime un consumo para calefacción de manera importante, lo que dejaría un mercado caracterizado por la sobreoferta.
También persiste el exceso de suministros de crudos dulces y livianos, al igual que de crudos medianos ácidos, típicos de los saudíes e iraquíes.
Otro elemento que el especialista suma a los persistentes precios bajos es que Irak alcanzó en marzo su máximo histórico de exportación de 2,950 millones de barriles diarios. “Un récord de los casi últimos 30 años”.
Igualmente, puntualiza Al-Shereidah, que los depósitos o inventarios de Corea del Sur y China están en sus niveles máximos de capacidad, mientras que los de los Estados Unidos están a punto de llenarse, y que en los actuales momentos se encuentran en un nivel de entre 80 a 85%.
Sobre la producción de lutitas de los Estados Unidos, el analista destaca el bombeo se mantiene inamovible, pese al descenso en el número de taladros.
Lo que para el docente queda claro, es que el exceso de oferta en el mercado petrolero es un factor, que al menos este año, será la constante que impedirá el repunte de los precios del hidrocarburo. No se trata solo del nuevo efecto que traerá consigo la incorporación del petróleo iraní, sino del gran cúmulo de factores.