La cooperativa Tosepan Titataniske, formada por 5.800 socios y 64 comunidades más, ha conseguido ocho contratos al año en promedio, cada uno de 17,000 kilos de café para exportar a países como Alemania, Holanda, Estados Unidos y Japón.
Cuetzalan. Un grupo de indígenas productores de café en México rompió con la tradición que dicta que los pequeños productores agrícolas deben enfocarse sólo en sus cultivos sin mucho por hacer para conseguir un buen precio al momento de vender sus cosechas.
Desde lo alto de las montañas del centro del país, los productores de la cooperativa Tosepan Titataniske cierran con operadores contratos de cobertura para su café arábiga, buscando mejores rendimientos y protección a la volatilidad del mercado, igual que cualquier especulador e importador grande.
La cooperativa, formada por 5.800 socios y 64 comunidades más, en su mayoría familias de origen náhuatl, produce, entre otras cosas, unos 6.900 sacos de café de 60 kilos en un ciclo, que exporta a Alemania, Holanda, Estados Unidos y Japón.
Hasta ahora han adquirido ocho contratos al año en promedio, cada uno de 37.500 libras de café (17.000 kilos).
Desde que los precios del café colapsaron a inicios de la década pasada, las pequeñas cooperativas han tratado de varias maneras de protegerse, como vender sus granos orgánicos a través del sello "comercio justo" o negociando directamente con tostadores, pero pocos han saltado a las coberturas de precios y de tipo de cambio.
"Atravesamos la crisis cuando el café estaba en un precio alto y bajó fuertemente y mucha gente se fue a la quiebra", dijo Alejandro Martínez, presidente de la cooperativa Maseual Xicaualis, que significa "Poder indígena" en náhuatl.
"En el internet estamos checando cómo se comportan los precios, son herramientas nuevas que hemos encontrado y para nosotros es de mucha utilidad", puntualizó Martínez, hablando en un almacén donde procesan el café y pimienta, portando botas y cinturón tejido a mano, no el saco y corbata de un operador.
El dinero para pagar la prima de las coberturas lo recaudan entre los socios, pues no participan en un programa manejado por el organismo gubernamental Aserca, que subsidia a compradores y productores que quieren colocar contratos en los mercados internacionales.
A través de las coberturas, Tosepan puede ahora estimar el tamaño de su cosecha y conseguir un precio favorable al que vender en una fecha posterior en la bolsa de futuros de IntercontinentalExchange (ICE) de Nueva York, protegiéndose de un desplome en los precios.
Cuando la cosecha ya cerró, si el grupo todavía tiene inventarios o cultivó más de lo esperado, los productores pueden comprar coberturas de tipo de cambio para vender este excedente a un precio más alto si el mercado está subiendo.
Del papel al "trading". Pero el paso al manejo de derivados de esta pequeña cooperativa no fue fácil. Después de casi tres décadas de haberse formado y un año de entrenamiento con la operadora de materias primas Gamaa Derivados finalmente arrancaron a mediados de la década de 2000.
Tras colocar un sólo contrato en ese entonces, aumentaron su apuesta al 40% de su cosecha de café para finalmente cubrir hoy casi el 80%. El 20% de lo que producen lo destinan para autoconsumo.
Para aprender a manejar el esquema, hacían ejercicios de prueba en papel para ver cómo funcionarían las coberturas si las llevaran a la práctica. Ahora, desde una computadora observan los movimientos de los precios internacionales y llaman a sus operadores para que hagan los contratos.
"Tuvimos que empezar por explicarles qué entendían por bolsa de Nueva York. La asociaban con la bolsa para comprar en el 'tianguis' (mercado callejero)", dijo Leonardo Durán, agrónomo y asesor comercial de la cooperativa.
"La verdad que hablarle a un productor campesino indígena sobre coberturas parecía como hablar con extraterrestres", añadió Durán, quien dijo que los productores creían que en la bolsa de Nueva York se encontraban los contenedores que almacenaban el café.
Más del 60% de la población rural en México es pobre, y el Banco Mundial ha visto el manejo de riesgo para las materias primas como una manera de combatir la pobreza rural.
El contrato referencial de café arábiga en la bolsa de futuros de Nueva York ha duplicado recientemente los niveles en los que estaba hace dos años, pero sigue volátil con los precios cayendo alrededor de 20% desde sus máximos en mayo.
En México, se han vuelto comunes las coberturas para cubrir el precio del crudo del monopolio petrolero estatal Pemex, cuyos ingresos alimentan una tercera parte del presupuesto del gobierno.
A través de Aserca, la Secretaría de Agricultura subsidia en parte contratos de coberturas de productores de maíz, trigo, sorgo, algodón y otros productos. Un esquema que ha ganado adeptos en los últimos años.
Pero la Tosepan prefiere no entrar con Aserca sino trabajar de manera independiente, pues dicen que el programa gubernamental es muy lento.
Aserca opera sólo durante ciertos periodos del año y paga al final del ciclo agrícola.