En un comunicado, el Ministerio de Salud aseguró que el mayor porcentaje de reducción de sodio se produjo en las sopas, con una disminución del 65,15% del mineral por cada 100 gramos del producto.
Más de 17.200 toneladas de sodio que eran agregadas a los alimentos en Brasil fueron retirados del mercado desde 2011, gracias a un acuerdo entre el gobierno y el sector alimentario para mejorar la dieta de la ciudadanía, informaron fuentes oficiales.
En un comunicado, el Ministerio de Salud aseguró que el mayor porcentaje de reducción de sodio se produjo en las sopas, con una disminución del 65,15% del mineral por cada 100 gramos del producto.
En las sopas instantáneas el porcentaje de reducción llegó al 49,14% por cada 100 gramos del producto, en el queso mozzarella del 23,15% y en el requesón, del 20,47%.
En un comunicado, el ministro de Salud, Ricardo Barros, resaltó que "estamos observando el esfuerzo voluntario de la industria. Tenemos que entender que se trata de un esfuerzo conjunto del Gobierno y de la industria con una motivación dada por el propio consumidor. Vamos a hacer un gran esfuerzo para alcanzar la nueva meta hasta 2020".
El gobierno brasileño pactó con la industria alimentaria reducir la presencia de sodio, mineral presente sobre todo en la sal y cuyo exceso es considerado perjudicial para la salud, en los productos a ser consumidos, con el fin de mejorar la alimentación de la población.
El Ministerio de Salud anunció que ambas partes renovaron el acuerdo, con el objetivo ahora de reducir otras 11.300 toneladas de sal hasta 2020, para llegar a un total de 28.500 toneladas a menos de sodio en la dieta de los brasileños en diez años.
Además de la sal, el sodio en los alimentos industrializados también está presente en los conservantes, edulcorantes, fermentos y en los productos que realzan el sabor.
Según cifras del Gobierno brasileño, cada ciudadano brasileño consume una media de 12 gramos de sodio por día, más del doble de los 5 gramos diarios como máximo recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El gobierno calcula que la reducción del consumo de sal a los límites recomendados por la OMS puede disminuir en un 15% el número de accidentes vasculares cerebrales en Brasil y en un 10% los infartos, así como elevar en cuatro años la expectativa de vida de los hipertensos.