Ese año apenas se exportaron 5.225 vehículos, una abrupta caída respecto a las 14.574 unidades de 2011. No obstante, en 2013 se superó el récord de vehículos exportados con 15.148 unidades por un valor de US$255 millones.
Uruguay. La industria automotriz uruguaya cerró 2013 con exportaciones récord y hay optimismo a nivel gubernamental y de las empresas privadas para sostener e incrementar los niveles de producción este año. Un informe de la Dirección Nacional de Industrias (DNI), al que accedió El Observador, proyecta que las exportaciones del sector –sumando autopartes y vehículos– alcancen los US$ 770 millones en 2014, es decir, 45% por encima del máximo de US$530 millones que registró 2013. Luego de un 2012 para el olvido, producto de las trabas comerciales que impusieron Argentina y Brasil para el ingreso de automóviles importados, el intercambio comercial comienza a mostrar señales de continuidad. Sobre todo por el lado brasileño aunque Argentina ha comenzado a mostrar algunas señales que permitirán el ingreso de más unidades este año.
En 2013, dentro de las principales 20 partidas de exportación, las colocaciones de vehículos fue la que mostró por lejos el mayor crecimiento interanual medido en dólares (116,8%). En tanto, medidas en volumen físico, las exportaciones de esta partida arancelaria aumentaron 105,8%, según datos de la Unión de Exportadores (UEU). Hay que tener en cuenta que la comparación con 2012 no es la más adecuada. Ese año apenas se colocaron en el exterior 5.225 vehículos, una abrupta caída respecto a las 14.574 unidades de 2011. No obstante, en 2013 se superó el récord de vehículos exportados con 15.148 unidades por un valor de US$255 millones. La exportación de vehículos aumentó ese año 20% frente a 2011.
En la vereda opuesta, en el caso de las autopartes se registró un descenso del 1% en valor comerciado. De hecho, las ventas al exterior el año pasado sumaron US$275 millones, bastante por debajo del récord de 2007 cuando habían alcanzado los US$310 millones. La estimación de la DNI es que las ventas al exterior de autopartes lleguen a US$320 millones en 2014, mientras que las de vehículos treparían a US$450 millones.
En diálogo con El Observador el director nacional de Industrias, Sebastián Torres, indicó que para 2014 se proyecta una superación en la producción de autopartes y también en el armado de vehículos producto del ensamblaje de nuevos modelos y ampliación de las capacidades existentes. El funcionario destacó la expansión que muestran las firmas Takata (airbags) y Yasaki (arneses eléctricos) –ambas vinculadas a la japonesa Toyota–. En el caso de Takata, se transformó en el principal abastecedor de airbags para los vehículos que arma Toyota para el Mercosur. Para 2014, la firma prevé producir seis millones de bolsas de airbags y elevar su facturación de US$14,6 a US$21 millones.
En tanto, la firma Cinter, propiedad de ArcelorMittal –uno de los mayores grupos siderúrgicos del mundo– tiene actualmente el 75% del mercado de tubos de escape en Argentina y el 80% en Brasil. En 2013 fue la principal autopartista exportadora con ventas por US$66 millones.
Armadoras. En el caso de los armadores también hay optimismo. La firma asiática Lifan prevé aumentar en torno a 70% su producción industrial a lo largo de este año de no surgir ningún contratiempo. En 2013, la industria radicada en San José armó 4.500 unidades y ahora aspira a elevar esa cifra a un mínimo de 7.000 y un máximo de 8.000 vehículos. El gerente general de esta firma, Pablo Revetria, comentó a El Observador que esto obedece a que la empresa comenzó a armar un minicamión de 800 kilogramos (Foyson), y desde mediados de año sumará el modelo Lifan 530. La automotriz está armando actualmente la camioneta X60 con una producción que se destina 100% al mercado brasileño. No obstante, Revetria adelantó que hay “optimismo” en ingresar en el corto plazo en el mercado argentino. La firma tiene bastante avanzado su proceso de homologación y trámites burocráticos. “A pesar de que es un mercado bastante cerrado tenemos esperanzas”, indicó. Esto porque Lifan es un importador relevante de autopartes argentinas para el armado de sus vehículos. De esta manera, no tendría mayores problemas para cumplir con la exigencia del “1 a 1” (por cada dólar importado se debe exportar el equivalente).
Lifan emplea a 300 trabajadores y tiene previsto sumar unos 40 operarios en los próximos dos meses. En abril comenzará a armar su propia planta para el montaje de motores. Para el secretario ejecutivo de la Cámara de Armadores, Ramón Cattáneo, el 2014 aparece como un año “razonable” para la industria automotriz uruguaya. En ese sentido, estimó que este año la firma Gelly –que en 2013 firmó un joint venture con la uruguaya Nordex– podría colocar alrededor de 6.000 autos en Brasil. A su vez, la coreana KIA debería “mantener” su ritmo de exportación en torno a 5.000 a 6.000 unidades. Mientras que las marcas Renault y Aeolus ingresarían con 600 y 300 camiones, respectivamente, a Argentina. Estas proyecciones están ligadas a la obtención de los permisos de exportación correspondiente.
Contrapartida. El Poder Ejecutivo terminará de redactar el próximo mes un decreto que introducirá cambios al régimen de subsidio que tiene la industria automotriz. Por el mismo, accede a un reintegro impositivo del 10% sobre el valor FOB de exportación. “Tenemos un borrador y lo estamos ajustando con el Ministerio de Economía”, informó Torres a El Observador. Dijo que la idea es cerrar el tema cuanto antes para darle “previsibilidad” al sector. El director de Industrias adelantó que habrá un período de “transición” de dos años y luego se comenzará a exigir “contrapartidas” de mayor valor agregado en el ensamblaje de vehículos. Asimismo, se pedirá que las empresas destinen parte de su facturación total a fondos de investigación y desarrollo. “Si alguna empresa no puede cumplir con las nuevas condiciones, quizás pierda uno o dos puntos del 10% del subsidio, pero tendrá la chance de volver a acceder a la totalidad del beneficio”, precisó Torres.
Renovarán acuerdo con Brasil en junio. El acuerdo automotor bilateral que firmaron los gobiernos de Brasil y Uruguay para el período 2008-2014 tendrá su última instancia de renovación a mediados de este año, lo que asegurará a las empresas exportadoras uruguayas estabilidad para ingresar al principal destino de Uruguay para la industria automotriz hasta junio de 2015. Luego, los gobiernos de ambos países deberán sentarse a negociar para diseñar un nuevo acuerdo. Este convenio otorga beneficios arancelarios a los vehículos uruguayos que cumplan con el componente Mercosur mínimo que fija Brasil.