Según el Instituto Uruguay XXI, las exportaciones de vehículos y autopartes totalizaron US$112,3 millones con un aumento de 75% en relación a 2016 cuando habían alcanzado los US$64 millones.
El Observador de Uruguay. Las exportaciones de la industria automotriz cerraron con un fuerte crecimiento en 2017 en relación a 2016. El principal mercado, Brasil, retomó niveles de demanda de años atrás e impulsó el armado local de automóviles y la colocación de autopartes. En la expansión también incidió un incremento de las ventas hacia Argentina. La previsión es que ambos mercados mantengan la demanda y ante eso las ensambladoras planean un aumento de la producción automotriz.
Según el Instituto Uruguay XXI, las exportaciones de vehículos y autopartes totalizaron US$112,3 millones con un aumento de 75% en relación a 2016 cuando habían alcanzado los US$64 millones. La autopartista Takata lideró el ránking de ventas en ese sector con US$34,2 milllones, seguido por Lifan US$30,8 millones.
Las exportaciones a Brasil crecieron 79% y pasaron de US$54 millones en 2016 a US$96,7 millones. En el caso de Argentina, las colocaciones aumentaron más del doble: habían sumado US$4,9 millones hace dos años y cerraron 2017 con US$11,2 millones.
Según datos de Anfavea (Asociación Brasileña de Fabricantes de Vehículos), se vendieron 2,2 millones de autos nuevos en 2017 en Brasil, lo que marcó un crecimiento de 9,3% en relación a un año atrás. La proyección para este año es de una suba de 11,7%.
El directivo de la Cámara de Industriales Automotrices (CIAU), Ramón Cattáneo, dijo a El Observador que "el 2017 fue un año de mejora y la expectativa para este es que continúe la tendencia".
Añadió que "se generaron exportaciones hacia Argentina y en Brasil repuntó la economía y eso logró que se levantara un poco el mercado". Igualmente, los industriales siguen de cerca los vaivenes económicos y políticos en ambos países. "El mercado brasileño corre, por suerte, por un canal independiente a la política; por eso ha caminado bien, a pesar de que el presidente (Michel) Temer no está muy seguro en su cargo", indicó. En el caso de Argentina, comentó que la situación actual "es buena para Uruguay por el atraso cambiario, pero la economía siempre es frágil".
Mayor producción para 2018. Una de las empresas exportadoras hacia Brasil es Lifan. Luego de estar con la producción detenida durante casi un año, en mayo de 2017 retomó la actividad.
El vicepresidente de la compañía en Uruguay, Pablo Revetria, señaló a El Observador que el año pasado se vendieron 2.150 vehículos hacia Brasil.
Según datos aduaneros, las exportaciones (en valores FOB) de la compañía fueron por US$30,8 millones. La cantidad de automóviles estuvo lejos igualmente del pico de producción que tuvo Lifan años atrás. En ese sentido, Revetria ejemplificó que en 2015 habían sido 7.000 las unidades ensambladas.
"La buena noticia es que se logró recuperar la actividad y volver a fabricar, aunque los valores de venta son muy bajos", expresó el empresario. Lifan tiene planeado aumentar la producción y armar entre 3.500 y 4.000 vehículos. Pero ese incremento depende de la aprobación de la casa matriz en China. "El plan es seguir creciendo y mejorando la eficiencia en el armado de los vehículos para poder mejorar los costos; la lucha por los costos es grande", señaló Revetria. El objetivo de la empresa es poder ingresar al mercado argentino sobre fines de 2018.
Para Nordex el año pasado también fue positivo. El director de la empresa, Nelson Rebelo, informó a El Observador que la empresa continuó con el ensamblado de camiones livianos Kia Bongo para Brasil y además produjo 1.000 unidades de vehículos utilitarios de Peugeot y Citroen para Argentina. Nordex también espera un aumento de la producción para este año.