No realizó en su totalidad las pruebas de calidad y cantidad en 56.7% de los combustibles que compró en 2014 en el extranjero, señala el reporte.

Ciudad de México. A más de la mitad (56.7%) de  las gasolinas que Petróleos Mexicanos importó en 2014 no se le realizó en su totalidad las pruebas de calidad y cantidad, reveló un informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Para llevar a cabo esta auditoría, la ASF seleccionó para su análisis 312 reportes de inspección, y halló que en 114 ni siquiera tenía evidencia de que se hubieran llevado a cabo las revisiones correspondientes y en 15 no tenían las pruebas de laboratorio.

En 54 reportó irregularidades por falta de datos básicos como el número de octanos, contenido de fósforo y aromáticos, entre otros.

En esta auditoría, los 312 reportes provenían en un 64.5% de gasolina Magna y el resto de Premium.

Como consecuencia de estos actos u omisiones, la Auditoría Superior exigió ante la Unidad de Responsabilidades en Pemex que se realicen las investigaciones y se apliquen las sanciones pertinentes a los servidores públicos que en su gestión no verificaron que los inspectores independientes o laboratorios emitieran 114 reportes que respaldaran las descargas de gasolinas.

Así que en 56.7% de los reportes de las gasolinas importadas analizados en 2014 “no se garantizó que el producto distribuido en el país cumpliera con los estándares requeridos”, concluyó la Auditoría Superior.

En su última intervención en Pemex Refinación, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) documentó que no se realizaron en su totalidad las pruebas de calidad y cantidad en 56.7% de la gasolina importada que en 2014 se distribuyó en México.

En algunos reportes de inspección ni siquiera existía evidencia de que ésta en realidad se hubiera efectuado, en otros faltaban datos básicos como el número de octanos, contenido de fósforo y aromáticos o simplemente había reportes sin pruebas de laboratorio.

Por estos actos u omisiones, la ASF exigió ante la Unidad de Responsabilidades de Petróleos Mexicanos que se realicen las investigaciones y sanciones pertinentes de los servidores públicos que no verificaron que los inspectores independientes emitieran 183 reportes que respaldaban la descarga de gasolinas.

Entre los cuatro inspectores independientes o laboratorios contratados por Pemex para certificar las gasolinas importadas están Intertek y Camin Cargo Control.

Para llevar a cabo esta auditoría, la ASF seleccionó 312 reportes de inspección para su revisión (equivalente a 62 mil 92 millones de pesos, que es 30% del total de los 204 mil 755 millones de pesos que Pemex Refinación invirtió en 2014 para importar gasolina). De los 312 reportes, 64.5% fueron de gasolina Magna y el resto de Premium.

Entre los resultados finales presentados por la ASF el 14 de diciembre de 2015, luego de revisar los 312 reportes, en 114 ni siquiera había evidencia de que se hubieran llevado a cabo las inspecciones, 15 no tenían pruebas de laboratorio y 54 tenían irregularidades.

Así, en 56.7% de reportes de inspección analizados “no se garantizó que el producto distribuido en el país cumplió con los estándares requeridos”, concluyó la ASF.

En uno de los 22 convenios firmados desde 1992 a la fecha por la paraestatal con la empresa española PMI Trading, Limited —única vía para que México lleve a cabo la importación de petrolíferos— se estableció el 12 de noviembre de 2012 la aplicación de 26 pruebas de calidad a la gasolina importada, las cuales efectuaría un inspector independiente que emitiría un “reporte de inspección” que sería validado por Pemex Refinación.

Entre los documentos que el reporte debe integrar están un oficio de autorización por parte de la terminal, reporte de cantidad, inspección de cargas, factor de experiencia del buque, estado de hechos, reporte de análisis de viaje (VAR) y el reporte de salida.

Como Pemex Refinación no acreditó que se hayan hecho 129 reportes de los 312 revisados, la ASF le recomendó reforzar “sus acciones de control y supervisión, para que en todas las descargas de gasolinas importadas se elaboren, de acuerdo con el contrato (con PMI Trading) para asegurar que los productos cumplan con los parámetros de calidad establecidos”.

En sólo tres años, de 2012 a 2015, Pemex Refinación triplicó la importación de gasolina: pasó de 9 mil 545 millones de litros al año a 25 mil 666 millones, según el reporte de la Secretaría de Economía con base en el SAT, Secretaría de Energía, Banxico e Inegi.

Es una realidad que Pemex importa más gasolinas automotrices (52%) que las que produce (48%).

La principal causa del incremento de la importación de gasolinas, según Pemex, se debió a que la presencia de cloruros orgánicos en el crudo afectó las plantas que eliminan azufre y nitrógeno, principalmente en las refinerías de Cadereyta, Salamanca, Salina Cruz y Tula.

Hace algunas semanas, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el director general de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya, intentaron desmentir, en una conferencia de medios, un rumor que circuló fuertemente por internet que decía que el origen de la contaminación en la Ciudad de México era la mala calidad de la gasolina importada desde China.

Aunque es verdad, como aseguraron los funcionarios, que ninguna gota de gasolina se importa de China y que 75% se compra en Estados Unidos y otro 20% proviene de Europa, también es cierto que en los últimos años México ha echado mano de 32 países para abastecer la demanda de combustible de su población, y más de la mitad de esas gasolinas, al menos en 2014, no fue certificado en su calidad por un inspector independiente.

En las reuniones de gerentes de las subdirecciones de Distribución y Comercial de Pemex Refinación es donde se determina y autoriza cuál será el volumen de gasolina que entrara a México cada mes.

"Luego, la empresa española PMI Trading, Limited, es la que triangula la venta para Pemex Refinación y gestiona los mejores precios y las mejores condiciones de compraventa de la gasolina con los países productores”, explicó José Felipe Ocampo, ingeniero químico de la UNAM y trabajador de Pemex durante 32 años.