Solo para proyectos de energía limpia y telecomunicaciones, el estudio afirma que Brasil puede atraer casi 2 billones de reales (US$350.000 millones), crear alrededor de 1,72 millones de puestos de trabajo y generar un valor agregado de 2,7 billones de reales (US$480.000 millones).
Sao Paulo. Las inversiones en infraestructura sostenible podrían mover alrededor de 3,5 billones de reales (US$625.000 millones) en Brasil para 2040, según un estudio encargado por Prosperity Fund, un fondo de cooperación entre el Reino Unido y otros países.
El estudio "Oportunidades de inversión en infraestructura sostenible" enumera ocho sectores -energía baja en carbono, alumbrado público, saneamiento, residuos sólidos, puertos y vías fluviales, telecomunicaciones y transporte urbano- que, bajo un conjunto de variables, pueden junto con las inversiones, generar alrededor de 2,4 millones de puestos de trabajo y agregar 4,5 billones de reales (US$800.000 millones) al Producto Interno Bruto (PIB) del país en el período.
El material está inspirado en un programa creado hace aproximadamente una década en el Reino Unido, que creó un banco público para catalizar inversiones en infraestructura que, además de ayudar a levantar la economía golpeada por la crisis, ayuda a catalizar la llamada "economía verde".
Los autores del estudio recomiendan que Brasil amplíe el apoyo a las agencias reguladoras, haga ajustes a la política de otorgamiento de subsidios y amplíe el uso de alianzas público-privadas en los municipios, entre otros, para atraer el capital privado necesario.
Solo para proyectos de energía limpia y telecomunicaciones, el estudio afirma que Brasil puede atraer casi 2 billones de reales (US$350.000 millones), crear alrededor de 1,72 millones de puestos de trabajo y generar un valor agregado de 2,7 billones de reales (US$480.000 millones).
Pero la lista de obstáculos a superar es larga y compleja. Se trata de todo, desde reducir los impuestos sobre los componentes de las tecnologías solar y eólica hasta reducir los costes de las tecnologías innovadoras que aumentan la competitividad de los biocombustibles en relación con los fósiles.
"Pero hay un elemento positivo reciente, acelerado durante la pandemia, que es el fortalecimiento del interés en inversiones sostenibles", dijo a Reuters Katia Fenyves, gerente del Programa Brasil de Finanzas Verdes, autora del estudio.
La entidad también evalúa que, a pesar de la recesión en Brasil desde 2015, es realista ser optimistas sobre las perspectivas de inversión en infraestructura sostenible, dada la demanda del mercado en los sectores de saneamiento, residuos sólidos, telecomunicaciones, puertos y ferrocarriles.
En el caso de las telecomunicaciones, el estudio, realizado en alianza con EY, Carbon Trust, Sitawi, IMC Worldwide, señala que la inversión, actualmente concentrada en grandes operadores, tiende a ir acompañada de pequeñas y medianas empresas con foco sobre la ampliación de la red de banda ancha de fibra óptica en pequeñas localidades.
Los proyectos de saneamiento, estima el informe, deberían representar el 14% de las inversiones totales, para atender a unos cuatro millones de personas sin acceso a agua potable y a 24 millones sin saneamiento básico. A continuación aparecen las obras de transporte urbano y de puertos y vías navegables con el 14% y el 11% de las inversiones, respectivamente.
El estudio no toma en cuenta los impactos potenciales en los supuestos de inversión causados por la pandemia Covid-19 y tiende a actualizarse a fines de año, según Fenyves.