La compañía francesa registró un retroceso interanual de alrededor del 30% en sus ingresos durante 2020, que se tradujo en 116.220 millones de euros, unos US$ 140.685 millones, principalmente por el deterioro en el valor de sus activos.

La petrolera francesa Total registró pérdidas de US$ 7.242 millones (5.982 millones de euros) en 2020, frente al beneficio neto atribuido de US$ 11.267 millones (9.307 millones de euros) contabilizado el año anterior, como consecuencia del impacto de los bajos precios del crudo, lo que llevó a la compañía a asumir un impacto adverso de US$ 10.000 millones (8.261 millones de euros) por el deterioro del valor de activos canadienses en el segmento de arenas bituminosas.

No obstante, entre octubre y diciembre, Total logró un beneficio neto atribuido de US$ 891 millones (736 millones de euros) que, a pesar de suponer una caída del 65,7% respecto del resultado del cuarto trimestre de 2019, representó su segundo trimestre consecutivo con un resultado positivo, tras las pérdidas multimillonarias del segundo trimestre de 2020.

Los ingresos de la petrolera en el conjunto de 2020 alcanzaron los US$ 140.685 millones (116.220 millones de euros), un 29,8% por debajo del dato del año precedente, incluyendo un retroceso del 23% en la facturación del cuarto trimestre, hasta US$ 37.943 millones (31.344 millones de euros).

"Los resultados del cuarto trimestre rebotaron desde trimestres anteriores en un contexto de estabilización de los precios del barril de petróleo por encima de 40 dólares, gracias a la disciplina de la OPEP+", señaló Patrick Pouyanné, consejero delegado de Total, cuyo precio orgánico de equilibrio de gastos se situó en 26 dólares por barril.