La deuda que ata a Paraguay de la venezolana Petróleos de Venezuela (Pdvsa), creció de US$284 millones a más de US$290 millones a causa de los intereses moratorios.
Asunción. Para mediados de esta semana Petropar estaría recibiendo las ofertas sobre el porcentaje de la comisión pretendida por bancos locales, invitados a cotizar para operar como intermediarios en el fideicomiso, combinado con la compra de bonos, que la estatal paraguaya pretende realizar para pagar su deuda a Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa).
Varias entidades bancarias fueron invitadas a ofrecer su cotización, pero solo algunas estarían interesadas en realizar la operación.
La que mejor oferta de comisión presente sería la responsable de recibir el dinero de Petropar y adquirir del mercado de valores los bonos de Pdvsa a precio de mercado, mientras que la estatal venezolana estaría disminuyendo la deuda de la estatal paraguaya con la recepción de ese bono a su valor nominal, con lo que en el ente paraguayo creen que obtendrán ventajas.
Existen algunas modificaciones ínfimas que pretende hacer la administración actual de Petropar con relación a la “reingeniería financiera”, programada por el cuestionado ex titular de la petrolera, Juan Alberto González Meyer.
El plan actual es que el banco elegido (local) compre los bonos de Pdvsa que Petropar le ordene, mientras que anteriormente la banca elegida (de Bahamas, entre otras propuestas) podría realizar la elección de bonos en forma discrecional.
Hasta ahora también hay dudas sobre la participación del banco suizo-francés (el Societé Generale), a pesar de que el ex titular de Petropar, González Meyer, dejó un contrato firmado para que esta entidad forme parte de la operación.
Las autoridades actuales se niegan a calificar a esta operación como fiduciaria, aunque corresponde a la figura, por temor a que la operación sea mal vista, porque, en la práctica, es el mismo plan dejado por González Meyer.
Si la operación es legal, ¿por qué temen?