Para invertir en exploración, las petroleras privadas aguardan la implementación de una nueva ley de hidrocarburos que acelere las inversiones en el sector; entretanto, ejecutarán por año hasta US$1.100 millones en explotación hidrocarburífera.
Para invertir en exploración, las petroleras privadas aguardan la implementación de una nueva ley de hidrocarburos que acelere las inversiones en el sector; entretanto, ejecutarán por año hasta US$1.100 millones en explotación hidrocarburífera.
Así lo aseguró el presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Carlos Delius. “Dada la realidad de las reservas que tenemos hoy en día, la exploración es todavía una asignatura pendiente; un tema que es necesario retomar para darle un mayor impulso”, afirmó.
Según el informe de gestión del Ministerio de Hidrocarburos y Energía (MHE), la ejecución proyectada a diciembre de este año de las privadas que suscribieron contratos petroleros de operación llegó a los US$317 millones, cifra que significa el 75,83% de lo presupuestado (US$418 millones).
“Los volúmenes de ejecución (de inversiones) en los próximos tres años estarán entre los US$1.000 y US$1.100 millones por año entre todos los proyectos; eso sin hacer un programa de exploración que pueda sumar de US$500 a US$600 millones a la inversión total. Sin embargo, para la participación privada en exploración se necesita la nueva ley (de hidrocarburos) y crear condiciones que permitan hacer atractiva nuevamente la exploración en Bolivia”, sostuvo Delius.
Se prevé un “despegue” de las inversiones en el sector privado, porque en este año se “destrabaron” aspectos que provocaron “el retraso” de las mismas, expresó.
Entre los logros obtenidos para tal objetivo, Delius destacó la viabilización de los contratos de operación que expanden la producción hidrocarburífera a través de la aceleración de la toma de decisiones entre el gobierno y las empresas petroleras privadas, así como la identificación precisa “de los roles” que cumplen ambos sectores.
Además, agregó, está la firma del contrato de compra-venta de gas con Argentina, la cual garantiza la demanda del energético para los próximos años y permite el desarrollo de los campos gasíferos. Respecto a la elaboración de la nueva norma del sector, Delius expresó su deseo en que la misma no sea un obstáculo para las futuras inversiones.
“Quiero pensar que el despegue de las inversiones esté acompañado por las condiciones que ofrezca la nueva ley (de hidrocarburos). Lo que no queremos es otra traba más del Gobierno para que el sector pueda seguir trabajando”, dijo el titular de la CBHE.
Chile, una opción para el gas. La participación privada en exploración requiere de nuevos mercados que puedan garantizar las inversiones realizadas en el sector. Chile y Uruguay deberían ser considerados como alternativas para la exportación de gas.
“Es muy difícil para cualquier negocio tener sólo dos clientes (Brasil y Argentina). Por lo tanto, no deberíamos olvidar el mercado chileno ni el uruguayo”, indicó el titular de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Carlos Delius.
Chile es una alternativa porque es una economía en expansión “y paga buenos precios”, dijo.
El mercado uruguayo, por su parte, puede ser otra opción, considerando que existe una “gran” central térmica con una capacidad de consumo de gas de entre 6 y 8 millones de metros cúbicos día (MMmcd). Otras posibilidad es la venta sostenible, por al menos 20 años, de Gas Natural Licuado (GNL) a algún país o empresas asiáticas, manifestó.