Aunque está interesado en adquirir zinc metálico boliviano, Japón descartó la instalación de plantas fundidoras de ese mineral en el país sudamericano, porque no existe demanda industrial del producto en el mercado interno.
La Paz. Aunque está interesado en adquirir zinc metálico boliviano, Japón descartó la instalación de plantas fundidoras de ese mineral en el país, porque no existe demanda industrial del producto en el mercado interno.
Así lo aseguró a la agencia ANF el director de la división de Minerales y Recursos Naturales del ministerio de Economía, Comercio e Industria del Japón, Yuko Yasunaga.
“Lastimosamente, en Bolivia no hay mercado interno para el zinc (o) para el estaño mismo, porque el país no está industrializado”, por lo tanto, “no vale la pena poner fábricas o fundidoras de estos elementos si no hay fábricas bolivianas que los aprovechen”, manifestó el directivo nipón.
Producto competitivo. Sin embargo, Yasunaga afirmó que Japón compraría el zinc metálico que se llegue a producir en el país, si Bolivia ofrecería un producto competitivo, principalmente en el precio, pues en la actualidad ya adquieren el producto del Perú.
El 2010, el país nipón fue el principal mercado de exportación para los minerales bolivianos, adquiriendo un valor de US$449,28 millones. El 2008, el país nipón importó un monto de US$202,53 millones y el 2009 US$290,69 millones.
Las exportaciones de concentrados de zinc de Bolivia sumaron en la anterior gestión un valor de US$887,16 millones por un volumen de 104.494 toneladas: producidas fundamentalmente por la empresa Minera San Cristóbal (MSC), de propiedad de la corporación japonesa Sumitomo.