Cenibra, una firma conjunta controlada por un grupo japonés, podría abandonar un proyecto de pulpa de papel en Brasil valuado en US$2.500 millones por la incertidumbre sobre la política del Gobierno en torno a la compra de tierras por parte de extranjeros.

Sao Paulo. Cenibra, una firma conjunta controlada por un grupo japonés, podría abandonar un proyecto de pulpa de papel en Brasil valuado en US$2.500 millones por la incertidumbre sobre la política del Gobierno en torno a la compra de tierras por parte de extranjeros, dijo un diario el sábado.

En agosto del 2010, el fiscal general de Brasil presentó una conclusión que generó dudas sobre el valor de las nuevas inversiones en tierras forestales y agrícolas comerciales a gran escala por parte de compañías de propiedad extranjera.

Paulo Eduardo Brant, presidente ejecutivo de Cenibra, controlada por un consorcio que incluye a las firmas japonesas de papel y pulpa de papel Oji Paper, Itochu y Nippon Paper, dijo al diario brasileño Estado de Sao Paulo que los crecientes costos laborales en el país sudamericano también reducen el atractivo de su proyecto.

"A menos que haya algún cambio en la conclusión (del fiscal general), el proyecto está prácticamente descartado", dijo Brant respecto a las inversiones de Cenibra en una nueva planta de pulpa de papel y en tierras forestales comerciales en el estado de Minas Gerais.

La industria de papel y pulpa de papel, que es muy intensiva en cuanto a capital, ha sido particularmente afectada por las nuevas políticas del Gobierno que restringen el total de tierras que pueden poseer los extranjeros.

En el último año, decenas de miles de millones de dólares en inversiones sólo en la industria de papel y pulpa de papel han sido suspendidas.

El Gobierno comenzó a tomar una postura más proteccionista respecto a la propiedad de tierras por parte de los extranjeros luego de que compañías y fondos de inversión con mucho dinero comenzaron a apropiarse de grandes extensiones de tierra, lo que disparó los precios locales y creo una mayor competencia para los intereses del sector agrícola local.

Enfrentando los desafíos de una moneda local más fuerte respecto al dólar y de un rápido aumento del salario mínimo en los últimos años, la nueva incertidumbre legal en torno a la propiedad de tierras ha llevado a muchos inversores a reconsiderar, reducir o suspender proyectos planeados en Brasil.