Una de las razones es que las joyas de acero pueden llegar a costar menos del 10% del precio de una alhaja de oro.
Desde hace dos años las joyas de oro y plata tienen competencia con los productos de acero quirúrgico, que cada día están ganando más mercado.
Una de las razones es que las joyas de acero pueden llegar a costar menos del 10% del precio de una alhaja de oro.
“Cuando ingresó el acero al mercado no era aceptado, pero ahora existe mucha demanda, debido a que es más seguro usarlo sin la preocupación de ser atractivo para un robo”, comentó Lourdes Figueroa, gerente general de la joyería La Luz en Galerías Primma zona 7.
Además, “el precio es mucho menor, no causa alergias, es resistente a perfumes y jabones”, añadió.
Según el gemólogo y gerente de Grecos, este tipo de piezas son importadas de China, ya que en América Latina no existe una fábrica que pueda moldear este tipo de acero para convertirlo en joya.
“El acero no es un metal ferroso como la plata, que tiende a oxidarse y se opaca, el acero siempre mantiene su brillo”, añadió.
El acero quirúrgico es una variación del acero que comúnmente se compone de una aleación de cromo, molibdeno y en ocasiones, níquel.
El cromo le da resistencia al desgaste y corrosión y el níquel le da un acabado suave y pulido. El molibdeno da mayor dureza y ayuda a mantener la agudeza del filo.
Mientras un par de aretes de oro puede llegar a costar Q300 (US$38,8) y el mismo diseño en plata se cotiza a unos Q75, en acero el precio es de Q30, dependiendo del tamaño de las piezas.
En el caso de los anillos, estos pueden costar Q1 mil 50 en oro, en plata unos Q150, y en acero llegarían a Q55.
“Muchos matrimonios ya no usan anillos de oro, pues hay juegos en acero que tienen un costo desde Q175 y tienen el mismo diseño, calidad y los mismos acabados”, refiere Liza de Rodill, vendedora de joyas de acero.
Los juegos de anillos de matrimonio de oro pueden costar desde Q2.600 (US$336,4) a Q4 mil 80, en plata desde Q650 a Q1 mil.
A criterio de De Rodill, los precios permiten que una vendedora independiente puede colocar entre sus clientes de 40 a 60 piezas al mes.
A pesar de las ventajas que pueda tener una pieza de acero, su adquisición también tiene desventajas.
A una joya de estas no es posible cambiarle la talla o cuando se revienta una cadena tampoco se puede reparar, pues no se puede soldar.
“El acero es un metal alternativo, junto con el titanio y el tungsteno, este último es el metal más duro que existe”, añadió el gemólogo.
Blanca Abac, dependiente de la joyería El Marquez, en el Pasaje Rubio, zona 1, refirió que “la demanda ha crecido por el precio económico y porque es más seguro de usar”.
Sin embargo, dijo que los clientes siguen solicitando productos de oro y plata para diseños personales o joyas que tengan significado.
Para el gemólogo siempre habrá un segmento de mercado que buscará oro, plata y piedras preciosas
Sin embargo, Raúl Arizandieta, dependiente de la joyería Maite, refirió que la demanda de joyas de oro y plata ha bajado.