Las tres empresas salpicadas son Odebrecht, Andrade Gutierrez y Delta, acusadas de irregularidades en la licitación y ejecución de las obras de reforma del estadio de Maracaná.
Río de Janeiro. La justicia brasileña determinó hoy el bloqueo de 198,5 millones de reales (cerca de US$65 millones) de tres de las principales constructoras del país, así como nueve personas, responsables por las reformas realizadas en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, sede de la final del Mundial de fútbol de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
Las tres empresas salpicadas son Odebrecht, Andrade Gutierrez y Delta, acusadas de irregularidades en la licitación y ejecución de las obras de reforma del estadio de Maracaná.
También son reos en la acción de improbabilidad el exsecretario regional de Obras de Río de Janeiro, Hudson Braga, y ocho funcionarios de la Empresa de Obras Públicas del Estado de Río (Emop).
La Fiscalía considera que la reforma del Maracaná de Río tuvo unos costes un 75% superiores a los previstos inicialmente, y acabó saliendo por 1.200 millones de reales (unos US$385 millones), pese a que ya había sido reformado en 2007 en motivo de los Juegos Panamericanos.
El juez señaló que hay indicios de que los valores de las obras eran inadecuados, así como la existencia de duplicidad de mano de obra y una fiscalización deficiente con unos costos elevados y sin justificar.
Once de los doce estadios construidos para el Mundial de Brasil de 2014 tuvieron un coste final superior al previsto inicialmente, y en al menos seis de ellos, los exdirectivos del grupo Odebrecht, la mayor constructora del país, admitieron ante la Justicia que los sobrecostes fueron intencionados para poder desviar dinero.
Los estadios bajo sospecha, además del Maracaná de Río de Janeiro, son el Mané Garrincha de Brasilia, la Arena Pernambuco de Recife, la Arena Castelao de Fortaleza, la Arena da Amazonia de Manaos y la Arena Corinthians de Sao Paulo.