La Justicia Federal del estado de Sergipe (noreste del país) aceptó hoy el recurso presentado por el Sindicato de los Petroleros de los estados de Alagoas y Sergipe (Sindipetro AL-SE) en contra de la venta, concluida por US$5.190 millones, por considerar que hubo irregularidades en el concurso público convocado para la operación.
Río de Janeiro. La Justicia brasileña suspendió hoy de forma cautelar la venta anunciada en septiembre pasado de la filial de Petrobras Nova Transportadora do Sudeste (NTS), que gestiona 2.700 kilómetros de gasoductos, al fondo de inversiones canadiense Brookfield, por supuestas irregularidades en la licitación para la operación.
La Justicia Federal del estado de Sergipe (noreste del país) aceptó hoy el recurso presentado por el Sindicato de los Petroleros de los estados de Alagoas y Sergipe (Sindipetro AL-SE) en contra de la venta, concluida por 5.190 millones de dólares, por considerar que hubo irregularidades en el concurso público convocado para la operación.
"La empresa (Petrobras) no ha demostrado la existencia de una amplia publicidad de la oferta en la venta de dichos activos, lo que sin duda hubiera atraído a más interesados y podría haber elevado el precio", aseguró en su decisión el magistrado.
En el caso de que no cumplan la sentencia, las dos empresas deberán pagar por separado el mismo importe de la venta, de 5.190 millones de dólares.
NTS gestiona los gasoductos de la estatal Petrobras en los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Espírito Santo y Minas Gerais (los cuatro en la región sudeste del país) y en cuyas costas se encuentran los principales yacimientos de hidrocarburos del país.
NTS y Brookfield anunciaron en septiembre un acuerdo, que se incluye dentro del proceso de desinversiones lanzado por Petrobras para hacer frente a la grave crisis financiera que atraviesa, motivada por la caída de los precios internacionales del crudo y agravada por el escándalo de corrupción destapado en su interior.