La subsidiaria del Grupo Kuo informó que las plantas corresponden a la primera fase de un plan de inversión de US$350 millones que proyecta duplicar el tamaño de su negocio porcícola, para alcanzar ingresos por US$1.000 millones.
Yucatán. Kekén, subsidiaria del Grupo Kuo enfocada a la producción, comercialización y exportación de carne de cerdo, inauguró la primera fase del proyecto de inversión anunciado en 2016.
La primera fase de la inversión están concentrados en el estado de Yucatán para la puesta en marcha de la planta procesadora Sahé, la planta de alimentos balanceados San Antonio y el centro de selección genética Xaya.
La inversión del Grupo es una de las más importantes realizadas en México en la Industria Porcícola. "Este proyecto de gran escala fortalecerá el mercado, especialmente nuestra red de tiendas Maxicarne y ampliará la plataforma de exportación de carne de cerdo, impulsando al crecimiento económico de la región y de México", dijo Alejandro de la Barreda Gómez, director general de Kuo.
En el comunicado resaltaron que la planta Procesadora Sahé será la de mayor capacidad de su tipo en producción de carne de cerdo en México — tendrá la capacidad de procesar 2,5 millones de cerdos al año—, y contribuirá a posicionar a la industria nacional a la vanguardia en términos de innovación tecnológica y sustentabilidad.
En tanto, la planta de alimentos balanceados San Antonio, producirá alimento balanceado y peletizado. Con la puesta en marcha de esta planta proyectan que la base productiva aumente 65%, llegando a cerca de 120.000 vientres.
Por otra parte, el centro de selección genética en Xaya, proveerá de hembras selectas de alta genética, este centro asegurará el desarrollo de Kekén en los próximos 5 años.
“Estas instalaciones se caracterizan por su alta tecnología, innovación y funcionalidad, al mismo tiempo que generarán más de 3.000 empleos directos, que se sumarán a los más de 6.000 que ya genera el negocio”, concluyó Fernando Senderos Mestre, presidente del consejo de administración de Grupo Kuo.
A mediados de 2016 del conglomerado anunció una inversión a cinco años de US$350 millones para su subsidiaria Kekén, con miras a duplicar el tamaño de su negocio porcícola, para alcanzar aproximadamente ingresos de US$1.000 millones, de los cuales las ventas de exportación crecerán de US$100 millones a US$350 millones.