Brasil dilata la aprobación de la tarifa de Itaipú de 2012, parapetado detrás del temor a sus efectos inflacionarios.

Brasil dilata la aprobación de la tarifa de Itaipú de 2012, parapetado detrás del temor a sus efectos inflacionarios, que según el director general brasileño,  Jorge Samek, sería de “14, tanto dólares”, en los precios del vecino país.

La remoción de los directores Eusebio R. Ayala y Rubén Brasa, que argumentaron en contra de la posición brasileña, despierta suspicacias.

La  binacional, de acuerdo a fuentes de ABC Color, no puede hasta este martes definir su presupuesto para el presente ejercicio, porque el reajuste tarifario que recomendó el organismo técnico constituido para el efecto (Cecuse) e incluso aprobado por su Directorio Ejecutivo, aún no fue convalidado por su Consejo de Administración.

El máximo organismo de la hidroeléctrica Itaipú, específicamente su bancada brasileña, aplaza la decisión del Directorio porque, según explicó Samek, en la reunión de ese organismo del 14 de diciembre último, “aún no conseguían el ok de la presidenta Dilma Rousseff; los ministros y consejeros no cuentan aún con respaldo suficiente para decir que se aplique”.

Ajuste del 7,52%. El ajuste, que manda el Tratado de Itaipú, porque su tarifa debe ser el reflejo exacto de sus gastos de US$ 24,30 por KWmes, es 7,52% más que el vigente, que es de US$ 22,60 por KWmes.

Según fuentes de ABC Color, el ajuste es para cubrir una diferencia de US$212 millones que tiene sus gastos de explotación de 2011 y el de este año.

La amenaza. Itaipú no puede quedarse sin presupuesto, porque tal como señaló en la reunión de referencia su directora financiera ejecutiva, la brasileña Margaret Mussoi Luchetta Groff, “yo no puedo iniciar el año sin tener el presupuesto cargado. Para hacer eso, como no tengo aún un presupuesto aprobado, yo necesito tener una autorización del directorio. Esa autorización estoy pidiendo”.

La autorización que pedía Groff, incluso confundiéndose con la Dirección Ejecutiva de la binacional, es que el presupuesto 2011 siguiera vigente hasta que el consejo, con la anuencia del gobierno brasileño, aprobara la nueva tarifa y, por ende, el nuevo presupuesto”.

La fórmula. Samek, en la sesión del 14 de diciembre de 2011, instruía sobre la fórmula que “haríamos en forma provisoria la carga de recursos, obviamente observando aquello que está en vigencia, y así daríamos seguimiento normal hasta que se consiga efectivamente el acuerdo y ahí al recibir la aprobación del Consejo de Administración para realizar los debidos ajustes necesarios”.

En otras palabras, el director general brasileño sostenía la necesidad de que el actual presupuesto, de US$658 millones para gastos de explotación, continuase hasta que lograran la bendición del Ejecutivo brasileño, por cierto extremadamente sensible a las “peticiones” de ciertos gremios como el que aglutina a los industriales del Estado de São Paulo.

Samek apunta en la reunión del 14 de diciembre que habría dinero “garantizado, hasta setiembre, octubre”; luego si la tarifa no se reajusta, como 1986 y 1987, 1998, etc., la binacional se verá obligada a buscar nuevos préstamos en el mercado, recargar de nuevo su pasivo que incluso hoy ronda los US$ 17.000 millones, o sea, una nueva deuda espuria que puede aplazar sin fecha la esperada revisión del Anexo C del Tratado, tan esperada para el 2023.

Lo llamativo es que los dos únicos directores que  defendieron en la sesión del 14 de diciembre la posición técnica y jurídica correcta, Eusebio Ramón Ayala (jurídico ejecutivo) y Rubén Brasa Soto (ex técnico, actual administrativo) fueron despedidos de sus cargos.

US$24,30 por kWmes. El  relevado director jurídico ejecutivo de la entidad paraguayo-brasileña, Eusebio Ramón Ayala, confirmó en la sesión del 14 de diciembre de 2011 que la tarifa de potencia de Itaipú, por recomendación del CECUSE (un organismo técnico del ente creado para esos menesteres) y por la aprobación del Directorio Ejecutivo, había aumentado de US$ 22,60/kWmes a US$ 24,30/kWmes, el 1 de diciembre de 2011.