Muchas firmas se están centrando en eliminar algunas de sus rutas menos rentables, especialmente vuelos cortos a ciudades menores en Europa, lo que afecta a los viajeros que dependen de los aeropuertos regionales, como británicos que tienen su segunda vivienda en el continente.
Londres/Fráncfort. Los pasajeros de avión en Europa se enfrentan a precios más altos, menos opciones y naves abarrotadas, mientras las aerolíneas aumentan su número de plazas o eliminan rutas, luchando por salvar los beneficios y rebajar el impacto de los crecientes precios del combustible.
Los precios del combustible para aviones está cerca de sus máximos, al tiempo que suben los impuestos y tasas de aeropuerto. De modo que las compañías reducen los asientos disponibles y la frecuencia de algunos vueltos para rebajar costes y no espantar a unos clientes, que ya están algo asustados con los precios al alza.
Según la Asociación Aerolíneas Europeas, la capacidad entre sus miembros se redujo en 4,6% en el primer semestre del año, en comparación con el año anterior.
Pero ese declive llega tras un aumento de casi 23% entre 2004 y 2011, impulsado por nuevas naves ordenadas por las compañías cuando la demanda era mucho más fuerte que ahora.
"Tenemos una sobrecapacidad del 10 al 20% en Europa, en función del número de asientos ofrecido", dijo a Reuters Philipp Goedeking, director gerente y experto de aerolíneas en la consultora AlixPartners.
Por ejemplo, la alemana Lufthansa elevó más de 50% su capacidad entre 2007, el último pico del sector, y 2011, según datos de Reuters, impulsada por la adquisición de empresas como Brussels Airlines y Austrian Airlines.
El segmento de bajo coste ha crecido incluso más deprisa. La irlandesa Ryanair añadió 72% más de asientos, y su rival británica easyJet creció en 59%.
La expansión se ha reducido enormemente este año. Algunas compañías retiran naves viejas antes de lo previsto, retrasan la entrega de aviones nuevos o venden algunos pequeños para reducir su flota, pero nadie quiere verse con capacidad insuficiente cuando la demanda repunte.
Eliminar rutas. Muchas aerolíneas se están centrando en eliminar algunas de sus rutas menos rentables, especialmente vuelos cortos a ciudades menores en Europa, lo que afecta a los viajeros que dependen de los aeropuertos regionales, como británicos que tienen su segunda vivienda en el continente.
EasyJet anunció hace poco sus planes de cerrar su sede en el aeropuerto de Madrid el año que viene debido a una combinación de capacidad excesiva, que lleva a pocos ingresos por pasajero, y un alza en las tasas aeroportuarias.
Ryanair suele justificar sus cambios de rutas con las tasas e impuestos que paga, pero en los últimos meses ha desviado su capacidad de España a la floreciente Polonia.
"El principal motivo son los acuerdos que tienen con los aeropuertos, pero el entorno económico y la naturaleza de los destinos (si es un destino de sol o de ciudad) también juegan un papel", señaló el analista de Merrion Capital Gerard Moore.
Datos de los organismos de la industria IATA e ICAO muestran que los precios de los billetes a nivel mundial subieron de media 1,4% entre 2005 y 2010, tiempo durante el cual el precio del crudo -un factor clave para los costes de las aerolíneas- subió en más de 40%.