Durante el año pasado ANCAP perdió US$ 198 millones. En 2013 habían sido US$ 323 millones, y un año antes, US$ 169 millones.
Montevideo. Gestión o política : ¿inocencia o imprudencia? Caso ANCAP". Esta fue la pregunta que se intentó responder en la noche del miércoles pasado, cuando el IEEM –la escuela de negocios de la Universidad de Montevideo (UM)– albergó una de las actividades de la Asociación de Antiguos Alumnos de esa casa de estudios. Un grupo numeroso de empresarios y ejecutivos de diferentes sectores de actividad analizaron y discutieron qué se había hecho mal para que la empresa pública necesitara una capitalización, resuelta en enero de este año, que ascendió a US$ 622 millones.
También dijeron presente los senadores Pedro Bordaberry y Álvaro Delgado, y el diputado Rodrigo Goñi. Todos los legisladores con un rol protagonista en la Comisión Investigadora de ANCAP estuvieron invitados.
Un rato antes de que empezara la sesión en el salón ya no había más asientos disponibles. Como seguía llegando gente, se colocaron algunas sillas en los pasillos. El día anterior por mail se había pedido que quien se hubiera anotado y no pudiera ir, por favor avisara, para dar lugar a los que estaban en la lista de espera.
El decano del IEEM, Pablo Regent, fue el encargado de llevar adelante la sesión donde se discutió el caso, un texto de 60 páginas –que redactó a cuatro manos junto con el profesor Leonardo Veiga– donde, entre otros, se señalan los diferentes motivos que a lo largo de la Comisión Investigadora de ANCAP se habían mencionado para tratar de explicar la situación a la que había llegado la empresa.
Estos motivos fueron puestos bajo la lupa, para intentar dilucidar si podían ser una de las causas de los números rojos de la petrolera estatal. Durante el año pasado ANCAP perdió US$ 198 millones. En 2013 habían sido US$ 323 millones, y un año antes, US$ 169 millones.
La falta tanto de gerente general como de gerente financiero –uno de los motivos manejados en el marco de la investigadora– generó que el presidente del directorio, que es un político, haga las veces de gerente general, señaló uno de los presentes. Otro agregó que la estructura gerencial que se describía en el caso no parecía ser "superprofesional".
Según otro exalumno, la falta de información promueve la discrecionalidad en un directorio donde predomina el carácter político.
El desarrollo de los biocombustibles fue otro de los motivos que se utilizaron para indicar por qué ANCAP tenía los números que tenía. Sobre este punto, Regent dijo que se trataba de un tema de "desarrollo regional", es decir, tratar de mejorar una determinada zona del país a través de la instalación de una actividad productiva . Esto era, continuó, "relativamente válido", pero la duda era si ANCAP era el actor que tenía que encargarse de esta tarea. "Cuesta un poco que sea una empresa energética", comentó.
Uno de las razones que despertó comentarios más negativos fue el uso de las tarifas como arma para mantener a raya a las presiones inflacionarias, medida que fue defendida por más de un miembro del oficialismo, incluso el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori. En ese sentido, los participantes cuestionaron el uso de la empresa como herramienta de política.
En la segunda parte de la actividad, el decano del IEEM formuló algunas preguntas –quién controla a ANCAP, para qué está, quién es su propietario, entre otras–. En relación a quién ejerce la dirección de la empresa, graficó que era un "lío". Apuntando a una larga lista de agentes estatales involucrados que aparecía en una pantalla gigante, comentó: "¿Se parece esto a una junta de accionistas? Esto en casi ningún país pasa".
Por su parte, a la hora de hablar de la propiedad de la empresa y el "problema" que surge al ser un bien público, Regent indicó que el "manual" sostiene que en este tipo de organismos debe existir un gobierno corporativo. "Esta es la piedra angular, todo está acá: en el ejercicio de la propiedad", continuó.
Regent también tomó algunas recomendaciones de buenas prácticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre gestión de empresas públicas, y las vinculó con lo que se había expuesto en relación a ANCAP. Entre otros, mencionó que cuando se persigue un objetivo social hay que saber cuál es y cuantificarlo; hay que tener claro cómo se designa, remueve y selecciona a los directores; y a la hora de gestionar, hay que tener estándares equivalentes al sector privado.
"¿Invierten en ANCAP?", lanzó al auditorio Regent sobre el final de la discusión, como si fuera una empresa privada sujeta a esa clase de decisiones por parte de un grupo de accionistas. "Inviertan: hoy solo tiene para mejorar", se respondió.