La IATA, que representa unas 265 aerolíneas que suponen el 83% del tráfico aéreo mundial, también redujo su previsión de beneficio neto del conjunto del sector para 2016 a US$35.600 millones, frente a la estimación inicial de US$39.400 millones.
Ginebra. Las aerolíneas verán bajar su beneficio en 2017 por primera vez en seis años ante el aumento del precio del petróleo y de la mano de obra y la disminución de la demanda, dijo el jueves la Asociación de Transporte Aéreo Internacional.
La IATA (en sus siglas en inglés), que representa unas 265 aerolíneas que suponen el 83% del tráfico aéreo mundial, también redujo su previsión de beneficio neto del conjunto del sector para 2016 a US$35.600 millones, frente a la estimación inicial de US$39.400 millones, aunque la nueva previsión sigue siendo una cifra récord para el sector.
Después de un par de años boyantes, las aerolíneas han encontrado viento en contra en la segunda mitad de 2016, ya que los atentados en aeropuertos y destinos turísticos populares en el norte de África y Europa han frenado la demanda de viajes en algunas rutas.
La estrategia de aprovechar los bajos precios del petróleo para ofrecer más asientos y ganar clientes ha sido otro factor que ha presionado los precios de los billetes y ha reducido los beneficios.
La IATA dijo que espera que el beneficio de las aerolíneas baje el próximo año un 16% a US$29.800 millones, de los cuales casi dos tercios, o US$18.100 millones, provendrán de las aerolíneas norteamericanas.
Sin embargo, con un previsto retorno sobre el capital (RoE en sus siglas en inglés) del 7,9 por ciento, el coste del capital volverá a situarse en 2017 por tercer año consecutivo por debajo del retorno.
Se espera que el precio medio de un billete ida y vuelta baje en 2016 casi un 11% a US$363 y otro tres por ciento a US$351 en 2017, según las previsiones de la IATA.
Mientras tanto, los precios del petróleo han aumentado y los costes laborales también están subiendo y se espera que aumenten un 1,3% en 2017, dijo el economista jefe de la IATA, Brian Pearce.
"Los ingresos unitarios están empezando a mejorar, pero todavía hay más presión sobre los ingresos que sobre los costes", dijo Pearce.