Desde el sector agropecuario calculan que al menos un millón de toneladas de soja se han perdido por las intensas lluvias del último fin de semana en la zona central de Argentina.
Buenos Aires. La cosecha de soja y de cereales, principal fuente de divisas internacionales en Argentina, se encuentra amenazada por las fuertes lluvias que en los últimos días han azotado al país, uno de los principales productores y exportadores mundiales de granos.
Desde el sector agropecuario calculan que al menos un millón de toneladas de soja se han perdido por las intensas lluvias del último fin de semana en la zona central de Argentina, donde han caído hasta 160 milímetros en 72 horas.
Según el informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el jueves pasado se había recolectado apenas el 9,5% de la superficie total implantada con la oleaginosa, unas 20 millones de toneladas.
En plena etapa de la cosecha, esta pérdida representará unos US$525 millones menos en las arcas del Tesoro del país, en un contexto donde las divisas internacionales escasean.
"Las precipitaciones en esta época es lo peor que puede ocurrir para la cosecha gruesa", aseguró hoy a Efe el analista agropecuario Alejandro Ramírez.
"Cada 72 horas está lloviendo. Los días son más cortos. Entonces no hay tantas horas de sol y los campos no se secan tan rápido", puntualizó el experto.
Además, Ramírez sostuvo que "los caminos vecinales también influyen porque aunque las cosechadoras puedan entrar, los camiones no pueden ni entrar ni salir".
En este escenario, la peor parte se la lleva la soja debido a sus características de planta baja, a diferencia del maíz que puede aguantar siete o quince días en los campos hasta que escurra el agua.
En el caso de la soja, en cambio, "las precipitaciones golpean la vaina y se abre, lo que genera la pérdida del poroto que no se puede levantar cuando llega al piso", explicó Ramírez.
Por ese motivo, los expertos del sector calculan que las pérdidas serán tanto por ese desgrane como por una disminución en la calidad y en el peso.
En zonas como el este de Córdoba y el oeste de Santa Fe, ambas provincias del centro del país, "ya se habla de pérdidas importantes", aseguró el analista en diálogo con Efe.
Para Ramírez, el principal factor que se verá afectado tras las precipitaciones serán los rendimientos, que serán "muy dispares" debido a la sequía que la soja tuvo entre diciembre y enero pasados.
Las previsiones del mercado "hablan de una cosecha de 54 millones de toneladas" de soja "para este año y el Gobierno nacional de 55, pero considerando lo que pasó la última semana, no creo que pasemos las 52", sentenció el analista.
La liquidación del grueso de la cosecha de la soja es la principal apuesta del Gobierno de Cristina Fernández para adquirir divisas y evitar sobresaltos en el mercado cambiario local, pero por estos días esas expectativas parecen peligrar a causa del clima.