El director general del grupo financiero explicó que la institución no recibe financiamiento de su casa matriz.
Ciudad de México. Los signos de alerta que ha despertado el sector bancario europeo por un posible deterioro en su rentabilidad, dado el clima de alta volatilidad en los mercados financieros internacionales, no representan un riesgo para la unidad de negocios en México del español BBVA, asegura Eduardo Osuna, vicepresidente y director general del Grupo Financiero BBVA Bancomer.
"Lo que pasa en Europa a Bancomer, en particular, no le afecta. Primero porque Bancomer es una filial, pero es un banco que no tiene un proceso de flujos con su matriz porque tiene restricciones regulatorias y además porque con el modelo de BBVA cada banco es autosuficiente en términos de fondeo y del negocio local”, dice en entrevista con Excélsior.
Entrevistado en sus nuevas oficinas en Torre Bancomer en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, y que recién fueron inauguradas el mes pasado, el banquero explica que Europa tiene muchas complejidades porque al tener tasas de interés “súper bajas” no permite generar un negocio de banca rentable, lo que compromete el futuro de los bancos y de ahí que el precio de las acciones ha caído.
Aunado a esto, comenta que el entorno de bajo crecimiento económico a nivel mundial, condiciona la expansión del crédito de la banca a nivel global.
Eduardo Osuna explica que como unidad de negocio en México, Bancomer no tiene ningún apoyo de BBVA en términos de avales para mejorar el rating del banco y por ello, desde el punto de vista operativo, realiza sus actividades como institución local.
"Tenemos que cumplir con las regulaciones europeas por tener una matriz europea y también cumplir con regulaciones norteamericanas porque somos un emisor importante en los mercados internacionales, pero desde el punto de vista de lo que está, pasando en Europa no se tiene ningún impacto. Al contrario, nuestra visión y nuestro plan de inversión, así como las decisiones de invertir en México y nuestra capacidad de inversión se da porque Bancomer genera resultados”, insiste.
Resaltó que una de las condiciones que diferencian a México de otras economías con las que el país se puede comparar e incluso de las desarrolladas, es que tiene un sistema financiero muy sano, de los mejor capitalizados del mundo y en donde ya se cumplió de manera anticipada con las reglas de Basilea III lo que permite darle mucha claridad y certidumbre a los inversionistas que vienen a México.
Con el plan de inversión más ambicioso por parte del sistema financiero en el país, del cual se lleva un avance de 70 por ciento de los 3 mil 500 millones de dólares a invertir en 3 años, y al ser la institución bancaria de mayor tamaño en México, pareciera que BBVA Bancomer tuviera pocos espacios para crecer.
Sin embargo, para Eduardo Osuna, lo importante es “no dormirnos en nuestros laureles” y seguir evolucionando para atender las demandas actuales de los clientes.
"Bancomer tiene que seguir evolucionando, Bancomer no se puede quedar parado en un plan de transformación que ya resolvió temas profundos que teníamos en términos del nuevo modelo de negocio que habíamos decidido lanzar y lo más importante para nosotros es seguir mejorando la experiencia de nuestros clientes”, detalla.
Precisa que en los últimos años Bancomer ha crecido el crédito a tasas de doble dígito en el segmento de empresas y personas físicas, y la expectativa hacia adelante es continuar con su plan de inversión en términos de tecnología y ganar presencia en otros mercados, pues reconoce que pese a su tamaño “Bancomer no es el líder en todos los productos, ni en todas las geografías, ni en todos los segmentos”, pues asegura, el sector bancario en México es altamente competido.
Las reformas estructurales son algo que México no había tenido en los últimos 25 años, lo que permitirá una transformación profunda del país dentro de muchos años y no de manera inmediata, dice Eduardo Osuna, director general de Grupo Financiero BBVA Bancomer.
"Subestimamos la complejidad del aterrizaje de las reformas. Sobrevendimos un poco lo que eran las reformas en el impacto de corto plazo, pero en el mediano plazo iremos viendo el impacto real de las reformas en términos de crecimiento económico”, precisa.
Hace unos días, los analistas económicos del grupo financiero ajustaron de 2.5 a 2.2% la expectativa de crecimiento para México en 2016.
Osuna comenta que además del impacto de las reformas estructurales que se verá de manera paulatina, no hay que perder de vista que México está inmerso en el concierto mundial, de tal modo, por ejemplo, que cuando se empezó a hablar de la Reforma Energética no se tenían los precios que se tienen actualmente de casi 30 dólares por barril.
Estas reformas nos van a ayudar a paliar parte del entorno internacional. Entonces sí debemos de ver un impacto en el mediano plazo y el gran reto de México sigue siendo el estímulo de la demanda interna”, asegura.
