Uno de los directores marcó su discrepancia con la celeridad con la que se elaboró el pliego de condiciones
El Observador de Uruguay. El 7 de setiembre pasado el directorio de la Administración Nacional de Puertos (ANP) aprobó el pliego de condiciones de una licitación pública internacional para la concesión y explotación de una terminal especializada en el acopio y embarque de celulosa en el puerto de Montevideo y lo elevó al Poder Ejecutivo. Pero esa resolución generó diferencias en la interna de la ANP.
Esa terminal será fundamental para asegurar la salida del país de la celulosa que UPM producirá en su segunda planta si nalmente decide instalarla. La finlandesa tiene plazo hasta febrero de 2020 para comunicar al gobierno su respuesta denitiva. Mientras tanto, se van cumpliendo con diferentes etapas que se establecieron en el acuerdo de entendimiento firmado por el Poder Ejecutivo y la multinacional en noviembre del año pasado. Pero lo cierto es que UPM puede tomarse hasta el último momento del plazo pactado para trasladar al gobierno si instalará la segunda planta. Y hasta tanto no lo conrme no hay certeza que se avanzará en la iniciativa. Ese aspecto fue el que llevó al director de la ANP Juan Curbelo a no estar de acuerdo con el llamado para la concesión de la terminal portuaria para celulosa por entender que es apresurado. Por tanto votó negativamente y la aprobación surgió sin la unanimidad del directorio de la ANP.
En el pliego de condiciones se redactó que el concesionario se obliga a captar y atender una demanda mínima 1,8 millones de toneladas de celulosa por año. En caso de no hacerlo deberá abonar US$ 2,83 por tonelada de celulosa no movilizada. Y este es un aspecto medular para Curbelo quien integra el directorio de la ANP en representación del Partido Nacional. “El talón de Aquiles es que se hace un llamado internacional para una terminal de celulosa donde hay que asumir determinados compromisos que depende de una fábrica que todavía no se sabe si se va a instalar o no”, dijo a El Observador.
“Si la licitación se hubiese llamado luego de que deniera la instalación de la planta estoy convencido que se iban a presentar muchas empresas; ahora tengo la duda”, señaló. “¿Qué compañía se va a obligar a algo cuando no tiene claro que ese algo existe? ¿Y si UPM en algún momento entiende que cambiaron las circunstancias y decide postergar el proyecto?”, complementó Curbelo.
Por su parte, el presidente de la ANP, Alberto Díaz, señaló en el programa “En perspectiva” de Radiomundo que esperaba el interés de varios concesionarios para la terminal. “Obviamente que dentro de las condiciones está el garantizar cierto movimiento de celulosa, por lo tanto los privados que participen van a tener que tener acuerdos con UPM”, indicó entrevistado días atrás.
Hay una sola iniciativa privada presentada para hacerse cargo de la terminal de celulosa y es de una empresa que pertenece al grupo UPM. A mediados de año, luego que la ANP se interesó por la propuesta recibida, presentó un estudio de factibilidad para la terminal de celulosa. Díaz recordó que el promotor de la iniciativa cuenta con un benecio a la hora de comparar las ofertas que se presenten y de mejorar la suya si tuviera igualdad con otras.
No fue solamente la incertidumbre sobre la instalación de la segunda planta de UPM y la llegada de la celulosa hasta el puerto lo que motivó el voto negativo de Curbelo. El director explicó que la elaboración del pliego se realizó aproximadamente en 15 días. “Debido a las características que tiene se tendrían que haber tomado otros recaudos y haber efectuado análisis más importantes”, explicó.
Además, en su fundamentación contraria señaló que el pliego de condiciones no prevé como criterio de evaluación la experiencia de las empresas que se presenten como interesadas para desarrollar la iniciativa. Añadió que en cualquier documento de ese estilo la inclusión de un ítem de experiencia y antecedentes es una cuestión básica y esencial. Por último, marcó que la elaboración del pliego denotó cierta “liviandad o ligereza” a la hora de confeccionar un documento normativo que debe ser cuidadoso y detallado y reejar, a su vez, parámetros objetivos que permitan la presentación de la mayor cantidad de oferentes posibles.
A pesar de las objeciones, las bases de la licitación fueron aprobadas y la ANP espera las ofertas de los interesados.