Con la vigencia de la ley seca en todo el país, que finalizó este miércoles y que se extendió solo para Los Ríos, los fabricantes, autoservicios, supermercados, distribuidores y comercios formales se vieron obligados a frenar la venta de toda clase de bebida alcohólica.
Guayaquil. Unos US$4 millones al día se dejaron de vender en cervezas y licores por la ley seca, que se decretó el pasado 17 de julio, tras la muerte de personas que bebieron licor artesanal que contenía alcohol metílico.
Con la vigencia de la ley seca en todo el país, que finalizó este miércoles y que se extendió solo para Los Ríos, los fabricantes, autoservicios, supermercados, distribuidores y comercios formales se vieron obligados a frenar la venta de toda clase de bebida alcohólica.
Hernando Segura, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la Cervecería Nacional, la mayor productora del país, dijo que lo que dejó de facturar la empresa en un día eran alrededor de US$1,5 millones, mientras que la facturación global en todos los puntos de venta del país está calculada en unos US$3 millones.
Esta ley seca, explicó, no estaba contemplada en su planificación anual, por lo tanto, sí genera pérdidas.
Sin embargo, Segura indicó que apoyan la medida del gobierno para evitar más víctimas por ingerir licor adulterado.
Los distribuidores que expenden productos de AmBev y CN también sintieron pérdidas por la ley seca.
Marcelo Ordóñez, propietario de un local de multibebidas situado en la ciudadela Martha de Roldós, afirmó que la ley seca le causó una pérdida de US$360 diarios en la utilidad por la venta de 1.200 cajas con las bebidas.
Según Ordóñez, la suspensión de la venta de alcohol se debió aplicar solo para los productos que no cumplen con los controles y requisitos sanitarios que disponen las leyes.
Consultada por los efectos de la medida, AmBev, fabricante de Brahma y Budweiser, refirió que están realizando evaluaciones internas para determinar el impacto y que por el momento no disponían de cifras sobre el impacto.
A nivel de las destilerías locales que producen licores y vinos también se detuvo la distribución de producto durante las 72 horas que duró la ley seca a nivel nacional.
Se estima que diariamente la industria local de licores dejó de vender de US$300.000 a US$400.000 por las restricciones de la ley seca.
Si a ello se suman las ventas de productos importados, se calcula que el perjuicio llegó a US$800.000.
Juan Carlos García, ejecutivo de La Toscana, destilería del grupo Eljuri, señaló que si bien ellos continuaron con la producción, la distribución estuvo detenida por la ley seca.
Señaló que la afectación fue inevitable porque se paran las ventas.
A criterio del ejecutivo, la industria advirtió que la subida de impuestos al sector licorero formal, cuya carga tributaria es mayor que la cerveza, iba a estimular la venta de las bebidas artesanales e informales.
