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Lifán disminuirá a un tercio su producción en Uruguay a la espera de una mejoría en Brasil
Miércoles, Septiembre 7, 2016 - 10:24

La automotriz china ajusta sus planes y todavía no tiene fecha para retomar la actividad de su planta en San José, paralizada hace nueve meses.

Observa.com.uy. La planta de ensamblado de vehículos de Lifan en San José lleva más de nueve meses paralizada y su reactivación sigue dependiendo de la evolución que tenga el mercado brasileño, cuyas señales por el momento no son favorables, con ventas que siguen mostrando un bajo desempeño.

El último embarque de vehículos se concretó a fines de 2015 y por ese entonces la mayoría del personal pasó a seguro de paro. La compañía tenía expectativas de poder retomar la producción en el correr de este año, pero como las condiciones no se modificaron esa posibilidad quedó descartada.

Pese al panorama adverso, la automotriz china resolvió que mantendrá la inversión en Uruguay, y por estos días trabaja en un nuevo plan para definir de qué forma volverá a la actividad.

En diálogo con El Observador, el vicepresidente de Lifan Motors Uruguay, Pablo Revetria, explicó que la idea inicial es volver a producir en el correr del año próximo, pero con volúmenes bastante menores a los que se tenían anteriormente en la fábrica. El año pasado se alcanzó una producción de 6.400 vehículos, pero ahora se prevé recortar esa cantidad a entre 2.000 y 2.500 unidades anuales dependiendo de la fecha de reinicio.

La firma vendía en el mercado brasileño un promedio anual de 5.000 unidades armadas en Uruguay, pero la crisis de la economía norteña llevó a una caída del consumo, que ha sido un fuerte golpe para sus intereses.

Revetria indicó que el mercado automotor de Brasil sigue mostrando un mal desempeño y las proyecciones apuntan a que se estabilice o tenga un leve crecimiento para volver a los volúmenes de venta que se tenían en 2014, recién en 2019 y 2020.

"Hay que ser pacientes, acostumbrarse a los números menos favorables y adaptar la fábrica a esa situación. Los mercados no se recuperan de un día para otro y las informaciones son que 2017 y 2018 seguirán siendo complicados", dijo el ejecutivo.

Cuando cerró sus puertas la planta empleaba 340 personas. Una buena parte se ha ido desvinculando de la empresa y son 250 personas las que hoy están en seguro de paro hasta fin de año, luego de que el Ministerio de Trabajo (MTSS) aprobara extender el subsidio. Pero la nueva realidad también llevará a recortar la plantilla de operarios. Esa decisión ya fue comunicada en los ámbitos de negociación colectiva, tanto al MTSS como a la Unión de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra).

"Todas las áreas de la empresa en Brasil y en China están tratando de diseñar un plan para saber qué cantidades producir, con qué formas de producción, para ahorrar tiempos y costos, para que sea viable volver a ponerse en marcha", agregó Revetria. En la planta de San José se armaban tres modelos de vehículos: uno para pasajeros, un utilitario deportivo y un comercial liviano.

Aunque la marca de origen chino concretó en mayo pasado su desembarco en Argentina, por ahora está previsto que la demanda se cubra con productos armados en el continente asiático. La apertura de ese mercado puede ser una alternativa de futuro para la planta uruguaya, pero no en este momento debido a que los volúmenes que se van a manejar inicialmente son bajos respecto a Brasil y a exigencias técnicas que las unidades ensambladas en el país hoy no cumplen. A eso se suma que, desde el punto de vista de la competitividad, fabricar el producto en China –aun luego de pagar todos los aranceles– sigue siendo más conveniente.

La otra ensambladora de vehículos en Uruguay es la empresa Nordex, que había paralizado su actividad en enero, luego que la automotriz coreana KIA frenara la producción de su modelo KIA Bongo en Uruguay, también por la situación compleja de Brasil.

Pero sobre mitad de año, la compañía coreana decidió retomar la producción local a partir de este mes. El plan es fabricar –al menos en una primera etapa– unas 200 unidades por mes de esos camiones livianos. Son 100 las personas que trabajarán de manera directa en la operativa uruguaya de KIA. Otras 300 lo harán de manera indirecta.

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