Este parque forma parte de los casi dos millones de unidades que Toyota Motor revisará en todo el mundo, en las que se ha detectado la posibilidad de que se produzca un sobrecalentamiento de los transistores de la Unidad de Control Electrónico del mencionado inversor.
Tokio. La llamada a revisión anunciada este miércoles por Toyota para cambiar el software de la Unidad de Control Electrónico (ECU) del inversor del sistema híbrido del Prius de tercera generación afecta en Latinoamérica a 5.000 unidades.
Este parque forma parte de los casi dos millones de unidades que Toyota Motor revisará en todo el mundo, en las que se ha detectado la posibilidad de que se produzca un sobrecalentamiento de los transistores de la Unidad de Control Electrónico del mencionado inversor.
Por países, los que cuentan como más vehículos de este modelo son Ecuador, con 1,359 unidades; Puerto Rico, con 1,090; México, 857, y Brasil, con 431.
En el mundo, la medida implica a 997.000 unidades en Japón, 713.000 en Norteamérica, 130.000 en Europa, 47.000 en Oceanía, 7.000 en Oriente Medio y unas 6.000 en otras regiones.
El problema afecta a la actual generación de Prius, en concreto a modelos fabricados entre marzo de 2009 y febrero de 2014 principalmente en Japón, aunque también en plantas del fabricante nipón en China y Tailandia.
La avería reside en el programa informático utilizado para controlar un convertidor de potencia del sistema híbrido, que puede generar un calor excesivo y deformar o dañar unos transistores de este convertidor.
Esto causa el encendido de luces de advertencia en el salpicadero y probablemente haga que el vehículo entre en un modo de conducción de seguridad que reduce su potencia.
En el peor de los casos, motivará el bloqueo del sistema híbrido y podría hacer que el vehículo se parara durante la conducción, aunque nunca en seco.
Los concesionarios harán una actualización del software a los vehículos afectados para evitar que se registre este problema, una operación que dura unos 40 minutos, explicó el portavoz.
No obstante, si los transistores del convertidor han resultado dañados, deberá hacerse una operación para reemplazarlos de unas tres horas de duración.
Toyota comenzó a recibir notificaciones del problema en mayo de 2011, y según el Ministerio nipón de Transportes recibió más de 300 partes solo en Japón, aunque ninguno de ellos implicó accidentes o heridos.
Entre 2009 y 2010 Toyota tuvo que llamar a revisión más de 10 millones de vehículos por un problema en el sistema de aceleración.