Pese a que ha crecido 130% en el sexenio, la deuda está balanceada regionalmente, temporalmente y en curvas de vencimiento, advierte Juan Pablo Newman, director de Finanzas de la petrolera mexicana.
Petróleos Mexicanos (Pemex) cuenta con una estrategia de diversificación de financiamiento que le permite generar confianza entre los inversionistas y cumplir con sus obligaciones crediticias, aseguró Juan Pablo Newman, director de Finanzas (CFO, por su sigla en inglés) de la empresa, que con una deuda en bonos y papel comercial a largo plazo sumó 1.2 billones (millones de millones) en deuda a marzo de este año.
“Pemex tiene muy diversificadas sus fuentes de financiamiento, regional, temporalmente y en curvas de vencimientos, lo que nos da un portafolio de deuda muy estable, por lo que no estamos preocupados en ese sentido”, dijo Newman a El Economista.
El funcionario ejemplificó esta confianza entre inversionistas con la emisión del bono samurái del viernes pasado en que colocó en el mercado japonés por el equivalente a US$760 millones, con un rendimiento medio de 0,54% a 10 años, que según Newman “es el menor al que Pemex ha tenido acceso en los mercados internacionales”.
Dicha emisión fue garantizada en 95% por el Banco Japonés para la Cooperación y Desarrollo y en ella participaron 140 instituciones distintas, con lo que Pemex recibió una oferta que sobrepasó en 1,8 veces su demanda. El nipón se distingue por ser uno de los mercados más conservadores de la orbe, con transacciones a mediano plazo y perfiles confiables de emisores, por lo que tanto las consideraciones actuales de México, como la perspectiva de la petrolera estatal y sus posibilidades ante la reforma energética “reflejan la confianza que hay en Pemex”, dijo Newman.
Portafolio diverso. Pemex basa su estrategia de financiamientos en la diversificación de su portafolio con deuda en francos, euros, dólares y ahora yenes, así como en el tipo de inversionistas, que van desde aseguradoras, fondos privados y estatales, bancos y agencias de crédito a la exportación. También tiene una curva de vencimientos que va desde tres hasta 30 años, con intereses semestrales y una estrategia de repartir proporcionadamente las obligaciones en este periodo.
La tasa media de la deuda en dólares de la empresa es de 5%, luego de observarse una reducción de la misma en los últimos años, mientras que gracias al comportamiento a la baja de las tasas de referencia locales, para la deuda doméstica la tasa media de interés ronda 6%.
A su vez, tiene acceso a diferentes fuentes de financiamiento para no depender de la deuda financiera únicamente, por lo que además de emitirla en los mercados domésticos e internacional, también se financia con productos estructurados de crédito, líneas bancarias nacionales y extranjeras, deuda garantizada por otros bancos o instituciones como la banca de desarrollo, entre las más importantes.
Este año, Pemex ya cumplió con sus necesidades para fondear sus operaciones mediante financiamiento a través de deuda, dijo Juan Pablo Newman, y sólo esperará oportunidades que ofrezcan rentabilidad en el mercado doméstico para prefondear su operación de años posteriores. Los vencimientos del 2016 ascienden a US$6.000 millones en total y muchos de ellos quedan pendientes para los últimos meses del año.